¿Era ese, la vendedora de chucherías el ultimo eslabón en la cadena delincuencial en la España democáquita? ¡No! Ayer le di una limosna a un pobre, y el jodido se me quedó con las gracias. En esto en lo que han convertido a España no queda nadie que pudiera tirar la primera piedra, y ni siquiera una insignificante chinita.
La de hoy (presunta chorizada) parece que se la atribuyen al Director del Instituto de Ciencias Matemáticas, Manuel de León. Aparentemente, con la que etá cayendo en el país, la acusación no es por grandes cantidades ("la división en dos partes del contrato de un informático para evitar superar en cada concepto el limite de 18.000 euros establecido para la contratación directa; el gasto telefónico excesivo del director durante algunos viajes de trabajo o la justificación de gastos incorrecta"), gastadas en mayores golferías, la justificación no parece desmerecer a la de cuantos han sido cogidos con las manos en la masa: "nos hemos visto obligados a tomar decisiones por las circunstancias y para evitar frenar la labor de un centro de excelencia científica".
Es una verdadera lástima que personas tan importantes como don Manuel de León, presidente de una institución de reconocido prestigio en toda Europa, como es (ICMAT), por unos simples "trucos administrativo, no muy diferentes a los que se realizan en la totalidad de los centros de investigación, y en ningún caso de apropiación o desviación de fondos públicos", quizas por celos profesionales u odio personal, se tenga que ver señalado con el dedo acusador que, no solo daña al director, que igual lo hace con la institución.
En este caso ha funcionado -como tanto gusta al PC y al resto del rojerio- la denuncia del inferior, Carlos Muñoz, para que la máxima autoridad (Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), las universidades Autónoma, Complutense y Carlos II de Madrid) tomasen la decisión de cesar en su cargo a don Manuel.
Que fácil resulta a veces deshacerse de alguien,
por nimios motivos, y lo dificilísimo que resulta cuando la política y los político andan "por medio", hacer que prevalezca la verdad y la justicia, por muy nítida que aparezca ante nuestros ojos la verdad, y por muy necesaria que se aprecie la acción de la justicia el asunto.
¿Para cuando las medidas judiciales preventivas, para la "familia" Pujol, y para su Consigliere? ¿Me moriré yo antes? ¡No jodas, tu!
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