La vicepresidenta del gobierno, doña Soraya Sáenz de Santamaría promete recurrir cada paso que dé Arturo Mas en su senda independentista. ¡Qué pena de sistema político que no es capaz de solventar tan nimio problema! Y qué triste debe ser para el que gobierna una gran empresa, no poder llevar a cabo sus ideas para mejorar la producción, porque el conserje y la señora de la limpieza discrepan del resultado de su gestión en el mercado internacional. Así van las cosas entre don Mariano Rajoy y el Arturo de “les boles”.
¿Qué pasa con el artículo 2 del título preliminar de la Constitución? (“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”)
¿Qué mierda de panfleto hicieron que no puede por sí misma frenar los delirios de un imbécil iluminado y su troupe de payasos? Para este viaje, bien habría servido un rollo de papel higiénico que, aunque lo que en él esté escrito, tampoco vale para nada, al menos sirve para algo útil, y diariamente es necesario su uso.
Si la Constitución que se hizo, hubiera respondido a una vocación patriótica por parte de sus muñidores, y no un pastel asquerosamente hecho con intereses sectarios, seguramente sería respetada y seguida por todos, hasta que por opinión mayoritaria, y dentro de la más escrupulosa legalidad constitucional, se decidiera sus cambios; nunca en perjuicio de la Unidad Nacional que proclama. Así no habría sido necesario crear el Tribunal Constitucional, nombrado a capricho de los partidos políticos, que solamente sirve para hacer más confusa la Justicia a los ojos de los españoles de a pie.
Ese Tribunal Constitucional que ha suspendido la declaración de soberanía planteada por Arturo Mas y Oriol Junqueras (Pin y Pon), es el mismo que con su inaudito fallo, aprobando el nuevo Estatuto de Cataluña, ha propiciado tan extemporánea petición y tan falso camino.
La señora Sáenz de Santamaría dice sentirse respaldada por el TC, después de su última resolución. Cuidado señora vicepresidenta; el TC es un Ente impredecible. Maña, al no sujetarse a ninguna línea lógica del derecho, puede, ante un caso de similar gravedad, resolver de distinta manera y dirección ¡Qué más les da a ellos! La actitud abúlica de los españoles, por no haber nadie que les anime, queda reflejada en la opinión expresada en los distintos medios de difusión: “Arturo Mas sabe que ha fracasado y que su proceso no va a ninguna parte.” Craso error; una vez que se comprueba que el antibiótico no puede con la infección, lo mejor, sin demorar en demasía, es sajar y extraer el pus. En Cataluña, por lo que se está viendo, ya pasó el tiempo del antibiótico; esperar que el TC vaya tumbando cada paso que den esas dos “criaturitas” -como la hormiguita del cuento-, en su intento nazionalista, no es más que permitir que la infección siga creciendo y para cuando se quiera reaccionar, ya haya triunfado el pus.
Es peligroso en estos casos no coger al toro por los cuernos y plantarse. (Hablando de cuernos, hace unos días Oriol Junqueras se pegó un zurrío contra el suelo y se dio, justamente, en el lugar donde los cabestros tienen los cuernos. No hay noticias de astillamientos) Su ERC, en Cataluña, es el partido de los apátridas llegados desde cualquier lugar de España. Andaluces, murcianos, leoneses, zamoranos, gallegos, etc., llenan las filas de ese partido y son quienes han aupado a su líder hasta el elevado lugar al que ha llegado: pareja de baile nazionalista de Mas. Como atacados por el Síndrome de Estocolmo, esos expañoles que viven y trabajan en aquella hermosa tierra, votan a favor de la persona que más inquina destila contra el resto de España; de los lugares de donde ellos llegaron, y donde seguramente aún residen sus familiares. ¡Cuántas veces habrán tenido que tragase el apelativo de “charnegos” por parte de a quienes ahora votan!
Mi enhorabuena a los seguidores del Barcelona por vuestro triunfo en la liga. La próxima temporada, Dios mediante, los seguidores del Real Madrid, apoyaremos con todas nuestras fuerzas al equipo, para entre todos, llegar a alcanzar la alegría que en estos momento estáis gozando.
¿Qué pasa con el artículo 2 del título preliminar de la Constitución? (“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”)
¿Qué mierda de panfleto hicieron que no puede por sí misma frenar los delirios de un imbécil iluminado y su troupe de payasos? Para este viaje, bien habría servido un rollo de papel higiénico que, aunque lo que en él esté escrito, tampoco vale para nada, al menos sirve para algo útil, y diariamente es necesario su uso.
Si la Constitución que se hizo, hubiera respondido a una vocación patriótica por parte de sus muñidores, y no un pastel asquerosamente hecho con intereses sectarios, seguramente sería respetada y seguida por todos, hasta que por opinión mayoritaria, y dentro de la más escrupulosa legalidad constitucional, se decidiera sus cambios; nunca en perjuicio de la Unidad Nacional que proclama. Así no habría sido necesario crear el Tribunal Constitucional, nombrado a capricho de los partidos políticos, que solamente sirve para hacer más confusa la Justicia a los ojos de los españoles de a pie.
Ese Tribunal Constitucional que ha suspendido la declaración de soberanía planteada por Arturo Mas y Oriol Junqueras (Pin y Pon), es el mismo que con su inaudito fallo, aprobando el nuevo Estatuto de Cataluña, ha propiciado tan extemporánea petición y tan falso camino.
La señora Sáenz de Santamaría dice sentirse respaldada por el TC, después de su última resolución. Cuidado señora vicepresidenta; el TC es un Ente impredecible. Maña, al no sujetarse a ninguna línea lógica del derecho, puede, ante un caso de similar gravedad, resolver de distinta manera y dirección ¡Qué más les da a ellos! La actitud abúlica de los españoles, por no haber nadie que les anime, queda reflejada en la opinión expresada en los distintos medios de difusión: “Arturo Mas sabe que ha fracasado y que su proceso no va a ninguna parte.” Craso error; una vez que se comprueba que el antibiótico no puede con la infección, lo mejor, sin demorar en demasía, es sajar y extraer el pus. En Cataluña, por lo que se está viendo, ya pasó el tiempo del antibiótico; esperar que el TC vaya tumbando cada paso que den esas dos “criaturitas” -como la hormiguita del cuento-, en su intento nazionalista, no es más que permitir que la infección siga creciendo y para cuando se quiera reaccionar, ya haya triunfado el pus.
Es peligroso en estos casos no coger al toro por los cuernos y plantarse. (Hablando de cuernos, hace unos días Oriol Junqueras se pegó un zurrío contra el suelo y se dio, justamente, en el lugar donde los cabestros tienen los cuernos. No hay noticias de astillamientos) Su ERC, en Cataluña, es el partido de los apátridas llegados desde cualquier lugar de España. Andaluces, murcianos, leoneses, zamoranos, gallegos, etc., llenan las filas de ese partido y son quienes han aupado a su líder hasta el elevado lugar al que ha llegado: pareja de baile nazionalista de Mas. Como atacados por el Síndrome de Estocolmo, esos expañoles que viven y trabajan en aquella hermosa tierra, votan a favor de la persona que más inquina destila contra el resto de España; de los lugares de donde ellos llegaron, y donde seguramente aún residen sus familiares. ¡Cuántas veces habrán tenido que tragase el apelativo de “charnegos” por parte de a quienes ahora votan!
Mi enhorabuena a los seguidores del Barcelona por vuestro triunfo en la liga. La próxima temporada, Dios mediante, los seguidores del Real Madrid, apoyaremos con todas nuestras fuerzas al equipo, para entre todos, llegar a alcanzar la alegría que en estos momento estáis gozando.
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