Los españoles soñamos con la posibilidad de que después de agosto, antes de fin de año, para octubre o noviembre, lleguen a ser celebradas Elecciones Generales en España -si no es que antes se ha encarcelado al bandolero número uno de la pandilla, que nos adelantaría la juerga-. Si, ese es el sueño, creo yo, de la inmensa mayoría de los habitantes de este entristecido y maltrecho país, para salir de la ruina, no solo la económica, que también están en escandalosa ruina la decencia, la moral, el patriotismo y hasta el amor. Ante semejante visión que diariamente se nos pone delante, rezamos a Dios y a todos sus santos porque nadie venga a rompernos el espejismo.
Este sueño de los españoles es similar al sueño de uno de esos exploradores de desiertos -ya dirán a quien quieren ver si está desierto; ¡son tan gilipollas como los rojos!- que después de cinco días perdidos, sin agua y sin comida, con el único arma contra el clima de un ejemplar del Mundo Deportivo con Laminga Mal en portada, para abanicarse,
y la promesa de una hoja para limpiarse el ano en el caso de verse en tal compromiso, dando vueltas sin sentido en tan arenosa muchitud, sin acercarse una mica a la salvación que ilusoriamente sueña con un oasis de palmeras, junto un hermoso lago de limpias y frescas aguas regantes de verdes chumberas cuajadas de higos chumbos, son sus frutos (esos no son como los “higos” que enriquecieron al suegro de Sánchez, e hicieron presidente al yerno, presuntamente). Y, con semejante visión ante sus ojos, rezan -¡vaya usted a saber a qué deidad!- porque nadie le vaya a romper el espejismo.
¿Es un sueño el adelanto electoral? ¡Si! O no. Es igual, pero lo que no es un sueño es la obligación que tenemos ante nosotros mismos de prepararnos a participar con inteligencia y con respeto a nuestro sentimiento patriótico, y no para sentirse ganador, en la victoria… de otros. Eso, votar por el Partido Popular “alias PP”, aún creyendo en lo que dice VOX, simplemente porque las encuestas dicen que gobernará… el primero o el segundo, no sé cómo va el ranking, partido más corrupto de cuantos se presentan elegibles.
El Verde es esperanza. ¡coño!