lunes, 8 de diciembre de 2025

SIETE AÑAZOS.

De un tiempo a… (siete años, “titi,” siete añazos) ya te he oído. De un tiempo a… (¡que son siete años, titi! Siete añazos… colega) ¡Joder! No te repitas más ¡Coño! Eres un plastazo ¡jooolines! Déjame seguir como yo quiera ¿eh? (Bueno… vale) 

De un tiempo a estas ¡fechasss! los españoles, ante los espectáculos que la delincuencial política nacional monta a diario, vivimos sufriendo en un constante “mal vivir” (con la cartera bien amarrada entre las piernas) tremendamente desquiciado. Figuraos si es tremendo y desquiciante que además de tenernos los nervios como primas de guitarra pasadas de afino, a los gordos les engorda más, y a los flacos están consiguiendo hacerles absolutamente transparentes. Y eso que es la misma incertidumbre para todos…

Tic, tac. Tic, tac. El reloj tozudamente nos obliga a seguir durante las veinticuatro horas que tiene el día: Tic, tac. Tic, tac. La vigesimocuarta hora termina “tictacqueando” y “tictacqueando” comienza al tiempo que lo hace la primera de las horas del día: Tic, tac. Tic, tac. ¿Otro día más? Nos sale por la boca como nausea. Otro día más ¡Y no ha dimitido! Que cacho ca… Exclamamos sorprendidos, y un tanto jodidos, al enterarnos por la televisión, aun con la legaña en el ojo, que el muy sinvergüenza sigue en la Moncloa como si la cosa no fuera contra él, contra su mujer, contra su hermano y contra la infinidad de amiguetes enchufados, con sueldazos acojonantes por “el doquier” que se financia con nuestros impuestos.

Tic, tac. Tic, tac. (ocurrencia de Pedrerol en apoyo de su vaticinio). 

De ese sonido, los aficionados al fútbol seguidores del Real Madrid, ya tenemos experiencia con el fichaje de Kylian Mbappé (el Mbappé que en Barcelona dicen que no es mejor que su extremo derecho Laminga Mal), todos los días la totalidad de la prensa deportiva, anunciando falsariamente “noticias”, haciéndonos creer en el fichaje (algunos periodistas tuvieron el descaro de presumir de haber estado en la casa que ya tenía comprada el jugador francés, en una de las lujosísimas urbanizaciones madrileñas, usando su conocimiento como irrefutable prueba de haberse realizado “ayer” el tan anhelado fichaje. Tic, tac. Tic, tac...  tardó dos años.

¿Que pudiera ser igual con Pedro Sánchez? ¡no fotis noi! ¿dos años más? ¡No fotis, no fotisss! 

Lo que está ocurriendo en España, es muchísimo más grave que la gravedad de cualquier mal que le pudiera hacer víctima definitiva al Real Madrid, o a la totalidad del fútbol en el Mundo ¡Donde va a parar! No hay que buscar chiste para aguantar tanta tristeza, sino tratar de encontrar a quienes juntándonos nos haga más inteligentes y mejor preparados, para trabajar en el logro y defensa de una España, amable hábitat para todos los españoles, donde se enfrenten opiniones, aceptando la posibilidad de estar errado.

Eloy R. Mirayo.


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