martes, 23 de septiembre de 2025

¿TENDREMOS QUE VOLVER A HACERLO?


Basta de utilizar al excelentísimo señor don Francisco Franco, después de haber sido enterrado hace cincuenta años, como maligno espejo que sistemáticamente utilizan, tratando de hacernos creer a los españoles que la lejana imagen del Generalísimo es peor y hace buena la abyecta imagen que desvergonzada y canallescamente nos enseñan, y nos obligan a tragar diariamente “Alí Sánchez” y sus cuatrocientos mil ladrones.
¡Ah! Casi se me va. En tan ruin y despreciable deporte el PP también tienen “buenísimos atletas”.
Ustedes, jodidos socirrojos, y ustedes, putos… mecachis… ¡y lo he escrito! No; yo, lo que intento decir es pulcros.
Pulcros, refiriéndome a ustedes, señores “pepesinos” porque de manera más “docta”, más “limpia” y más “organizados;” son ustedes la… “flexible derechita” sí; pero en el fondo, actúan de la misma manera contra nuestros derechos y contra nuestros intereses más legítimos, aunque sin el barriobajerismo, la chulería, el descaro y la desvergüenza de como lo vienen haciendo los socirrojos en sus tres últimas versiones -Felipe González, Zapatero y esta repugnante criatura: Pedro Sánchez.
Los rojos son así, no pueden cambiar. ¿a quién van a sorprender? Los que sorprenden, cada vez menos, es el Partido Popular, nacido Alianza Popular, actuando, sálvese quien pueda hacerlo, de forma absolutamente incomprensible. Los rojos, además de robarnos hasta el último céntimo, a lo que van es hacia una república, reconocedora de existencia de varias nacionalidades, a las que permitiría su independencia. Y, repito, es incomprensible que el PP, en vez de hacer frente total, para no perder su tajada, se mete en la saca del bipartidismo, una de las maneras de reconocer a un socio. Sociedad que será la desgracia, si no tomamos medidas -ahí tenemos a VOX-, que acabará con España, como Estado independiente, para, desguazada, ser cobrada por sus acreedores. Y es que ni los unos ni los otros -ni los rojos desvaídos ni los azul pálido- aman a aquél país arruinado, que, saliendo de una penosa guerra civil, con la agricultura arrasada, la ganadería diezmada, la industria… eso ¿qué es?, robados los metales preciosos: oro y plata de su nacional tesoro, entregados a “La Madre Rusia”, hundido en la miseria, los supervivientes fuimos capaces, con nuestro amor patrio y a las órdenes de él, de poner a España al nivel de la élite mundial. 

¿Tendremos que volver a hacerlo? Ya estamos muy viejos, pero…
Eloy R. Mirayo.

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