lunes, 16 de junio de 2025

RODARÁ POR LOS SUELOS DE ALCALÁ MECO.

Caerá Pedro Sánchez, claro que caerá, y rodará por los suelos de Alcalá Meco con el estrépito de los más duros insultos y amenazas de los reclusos (hará bien en blindarse el ano) que, del que menos hasta el que más, seguro que considerarían sus delitos más pasables y menos dañinos que cualquiera de los infinitos que ha ido perpetrando él, sin rebuscar más lejos, los últimos siete años; esas personas duchas en esa materia serían sus “vecinos” con los que es muy posible, si no se repite nuestro democrático mal fario, que tendrá que convivir por muchos años.


Eso es lo que nos gustaría que ocurriera al total de las personas decentes, y hasta a muchos que no lo son tanto. Es cierto, al menos lo parece, que el fin político del irrepetible espécimen está a punto de producirse, pero ya se va viendo que no será como debiera ser, con la firme acción de la oposición más numerosa, por el empuje denodado de las personas que conforman su dirección. Pero exigir algo así del PP, es no reconocer, salvando la primera legislatura de José María Aznar, el muy natural mingafriísmo con el que la derecha española encara la problemática que mueve la política. 

El PP, ahora en sesteo, piensa que utilizar la brusquedad en estos momentos podría ser causante de la destrucción total del bipartidismo. Hay que esculcar concienzudamente en el edificio de la calle Génova para encontrar gente de buena voluntad, pero… la caída (¡maldita sea la fruta que lo trajo!) de Pedro Sánchez ocurrirá por la lucha constante de VOX, unido al tremendo peso de las múltiples rapiñas de todo clase de impuestos llevadas a cabo como presidente del gobierno durante los últimos siete años. 

Delito imperdonable cometido contra España, contra su crédito en el extranjero y delitos contra los españoles. Contra sus vidas (durante la pandemia de la COVID y la riada de Valencia) contra sus intereses y hasta contra sus derechos más consolidados a nivel mundial.

Eloy R. Mirayo.


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