Tener un cacho chalet que no se lo salta ni Ruth Beitia con sus zapatillas de clavos nuevas sin barbacoa, es como ir con prisas descompositivas a un retrete, y que no haya papel higiénico, ni trozos de El País como sustitutivo lógico.
Esa anomalía resulta muy negativa al profesor escrachista y su pareja, la cajera activista, al pasar bajo el dintel de la puerta de su parcela y sus miradas al recorrer el frondoso jardín, extrañaban su falta, lo que tanto empobrecía la estética y el caché del chalet.
Ellos dos el "asuntos barbacoa", acordándose de los pobres que no tienen una barbacoa donde asar un cacho de panceta, lo convirtieron, de común acuerdo, en algo reivindicativo y, como homenaje, se han montado una bien chuli, donde "barbaquean" chorizos -lo que les recuerda a sí mismos-, butifarra, pinchos morunos, langostinos, chuletones; de todo, ya que lo pagamos los españoles... ¿para que ahorrar?.
Cuentan que se lo pasan "chanchi piruli" cantando y bailando, ambos cabello al viento, al ritmo de Georgie Dann:
Como me gusta la "Barbekiú".
La barbacoa, la barbacoa.
Como me gusta la "Barbekiú".
A mí me gusta la carne que está tierna
muslitos y pechuga y hacerlos vuelta y vuelta.
Mientras los otros que comen que da miedo
disfrutan como locos chupándose los dedos.
Me consta que muchos de sus votantes, enterados del homenaje barbacoril que les ha montado en su jardín -todo un detalle el de Pablo Iglesias-, todos los días parece ser, al menos eso me dicen, al pasar junto a la barbacoa, hace una reverencia en recuerdo de sus votantes y de todos los españoles que no pueden tener una barbacoa. Eso, seguro que la dará votos para conseguir empezar a chupar de la "teta de Madrid" a partir del día 4 de mayo.
Quien parece estar la mar de comento es el alcalde de Galapagar al comprobar que el profesor escrachista y la cajera activista, omitiendo más del 70% de la obra de reforma realizada en su chalet en 2019, al ayuntamiento, buscando ahorrarse una pasta gansa, en perjuicio de las arcas del municipio serrano.
Y habrá quien les tache de desvergonzados "guindones", cuando lo que han hecho, con el dolor en sus corazones, fue defender sus escasos dineros, lo poquito que les queda mensualmente de lo que cobran de sus cargos políticos, ante las excesivas apetencias impositiva del excelentísimo Ayuntamiento de Galapagar que, ni siquiera tuvo el detalle de concederle el permiso de obras gratis, teniendo en cuenta el honor que representa para aquel pueblo, tenerles a ¡ellos!, los Archivizcondeses del Pan Pringao, como vecinos.
Yo no sé lo que pensarán los seguidores-votantes de este presunto sinvergüenza y de su compañera, igualmente presunta, cuando se hayan enterado de esta otra presunta cosa más, en el delictivo curriculum que le tiene en entredicho ante la Justicia española.
Me resulta imposible llegar a comprender a los votantes de podemos; tanto como llegar a comprender lo que piensa el oso que está bajo el madroño de bronce que está en la madrileña Puerta del Sol. ¿De verdad van a ser capaces de votar a este presunto golferas el día 4 de mayo? Pues... ¡Qué les vayan dando! Yo entre tanto...
Como me gusta la "Barbekiú".
La barbacoa, la barbacoa.
Como me gusta la "Barbekiú".
A mí me gusta la carne que está tierna
muslitos y pechuga y hacerlos vuelta y vuelta.
Mientras los otros que comen que da miedo
disfrutan como locos chupándose los dedos.
Eloy R. Mirayo.
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