jueves, 17 de septiembre de 2020

BUITRES ROJOS Y TRAICIONEROS CUERVOS VUELAN Y OLFATEAN EL AIRE DE MADRID.

 Los buitres rojos y los traicioneros cuervos vuelan y olfatean el aire de Madrid, negro augurio, prestos a lanzarse en picado sobre la presa (la señora Ayuso), mientras que las sucias hienas moradas rastrean entre la mierda, meados de perros y colillas canuteras de marihuana, por las aceras cercanas a la Sede del gobierno madrileño, con la intención de disputarles a los volátiles la presa que creen propicia.



La degeneración física y sensorial de esos carroñeros, tal vez por consecuencia del cambio climático; el calentamiento de la Tierra; efecto del machismo; o por culpa del Caudillo Franco, han perdido el olfato y hasta la brújula; el viejo buitre -traidor a Dios y a su Iglesia, de la que sacó provecho- vuela en amenazantes círculos sobre el kilómetro cero de la Capital del Reino, con la misma malsana intención aprovechadora, algo que se le ha vuelto costumbre: vivir de los demás. 

Y ¿qué decir de las hienas moradas, otras que se alimentan gracias al esforzado riesgo de otros? Pues que es otra buena pieza a la que se ve absolutamente confundida y desorientada rebuscando el rastro.

Les debieron avisar de un futuro "despojo" donde picotear o clavar los colmillos y, en su confusión, porque además no son animales inteligentes, se acercaron al edificio del famoso reloj que está con todos nosotros en el tránsito del pasado al futuro, en vez de tomar la carretera de la Coruña hasta la Moncloa y, allí, montar el campamento, dispuestos a esperar.

Está claro, como el caldo de un asilo, que nadie debió recordarle a la señora Ayuso aquello de "cría cuervos y te sacaran los ojos", o la fábula de la "rana y el alacrán".

Tratándose de fábulas, tampoco los carroñeros han tenido presente la "excesiva altura" en la que se encuentran "los racimos", ni han reparado en el "excesivo verdor de las uvas".

Pero, por encima de cualquier razonamiento inteligente -eso les importa ná y menos- como podría ser mejorar los resultados obtenidos por el actual gobierno de la autonomía de Madrid, la realidad en la que están, tanto la coalición roja con sus "decorativas niñas pijas de papás ricos", como soterradamente el mini "mariachi ciudadano" que acompaña a la presidenta Ayuso en su gobierno es en como repartirse la presunta herencia que dejaría el actual gobierno. 

La cosa es dificultosa porque, a no ser que utilicen la fórmula de los dos Berlín, solamente puede haber un presidente, con sueldo de presidente. 

Eso, reconozcámoslo, es un punto de férrea discusión y difícil consenso entre los rojos; hay que comprender su lógica. 

La cosa se puede parecer a lo que ocurriría si en el "ladradero" de una hambrienta jauría de lebreles se tira un filete de solomillo; lo propio; lo único que se puede esperar, es que corran ríos de sangre por los... ¡Anda, coño! A lo mejor sería bueno ¿no?.

Los tahúres hacen trampas para ganar, y eso es lo que los altos jefes de los tahúres políticos de la comunidad de Madrid están utilizando: toda clase de trampas para hacerse, por encima de lo que queremos los madrileños, con la joya de la corona ¡ahí es ná! (cualquiera sabe dónde irían a parar el oro y la piedras preciosas). Los madrileños ya hemos tenido bastante con la "plebe Carmena". No se nos castigue más; te lo ruego Señor. Intentaremos ser mejores.

Eloy R. Mirayo.



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