¿Quienes son los paganos de la juerga del Puigmamont en Bruselas?
Se me ocurrió hacer una pregunta al aire en medio de la calle, y alguien me tocó el hombro, para hacerme volver, me contestó presto: "si quieres saber vete a Salamanca".
Y eso es lo que he hecho, no porque allí pudiera encontrar su gente, quienes tengan por qué saber nada sobre quien pague la juerga del imbécil de los pelos perrunos, sino porque visitar a la ciudad más universitaria de España, debería ser prescrito por la Sanidad nacional a todos los españoles, incluso a los mismísimos "charros".
Es cosa buena para el Alma pasear por la grandiosa Plaza de España -en donde uno se siente muy español- y, saliendo por cualquiera de sus puertas caminar por sus calles, plazas y plazuelas llenado los ojos de belleza.
Por que no todo es guitarras, bandurrias, laúdes, panderetas,
vinos y cervezas, ni puede ser razón de visita proveerse de su maravillosa chacina, a pesar de que se haya estado en una antigua tasca que tenía colgado en lugar muy visible un cartel que rezaba: "Las colgaduras de grasa decoran mejor la casa".
... Pero no pierdo la esperanza en poder enterarme en quienes son lo sinvergüenzas o quizás hijos de puta, o ambas cosas a la vez, que ponen los dineros para que un enemigo de Cataluña, y por ende, de España, se lo esté pasando bomba en Bruselas, "capital" de la Unión Europea.
En ese sentido circula por los mentideros de todo el país que, uno de los sucios "grifos económicos" que patrocina al separatismo catalán en general y al ganso Puigmamont, es el propietario de una Televisión de alcance nacional,
aunque no transciende el nombre del muy cabrón, todos en este país conocen la cara de quien es el amo.
Yo, no tengo ni idea aunque tengo la seguridad que será una de las teles que nos aburren diariamente, más encendiéndola que cuando está apagada, con su programación, trufada de interminables series de anuncios comerciales.
Pero es una inversión ruinosa porque lo que representa ese gilipollas, lo normal, es que no tenga un futuro favorable, y acabe disolviéndose en el tiempo, como un azucarillo en una taza de café, hasta llegar a desaparecer como una deposición al tirar de la manija de la cisterna del retrete.
A esa gente no les preocupa ni poco ni mucho ese posibilidad, más que una inversión que se hace comprando en la Bolsa acciones de empresas nuevas; absolutamente desconocidas, esperando que, en cualquier momento se active su cotización y, como montadas en cohetes intercontinentales alcancen una posición que les proporcione pingües beneficios, sin importar si la empresa en cuestión es, o no una "labradora" de los dineros del narcotráfico.
Hoy uno de esos "tontulianos" que, viéndoles tras un mostrador, parece que nos quieren vender algo; y es verdad, se le ha escapado decir que, como el asunto catalán va perdiendo interés, antes de que desaparezca el debate en su entorno, se ha hecho comparecer en la escena nacional el asunto de las pensiones de los jubilados, que parece un debate muy mollar.
Eloy R. Mirayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario