El antecedente del Tranvía eléctrico, en Madrid, fue un vehículo rodante tirado por una pareja de mulas como nos muestra la foto, tomada allá por el año1871.
Hoy, como otras cosas importantes y beneficiosas, han desaparecido de las c
alles de la capital de España ¡Cosas del progreso! que los políticos de cualquier época y de cualquier color, se empeñas en desterrar, arguyendo razones y beneficios que nos harán más cómoda nuestra vida. ¡Falso, de la mayor falsedad!, como nos demuestra esta otra fotografía.
Para quienes no conozcan esta hermosa avenida -Paseo de la Castellana- además de cuatro carriles centrales, tiene otros dos a cada lado, al otro lado de los amplios paseos para peatones. Por esos laterales, hasta 1972, circulaban varias líneas de tranvías
que, si en el presente estuvieran en circulación, sin duda aliviarían notoriamente la caótica circulación existente.
Pero no es de estos tranvías de lo que después de tantos días de silencio quiero hablar, sino del controvertido tranvía que se puso en circulación en Parla, pequeño municipio de la periferia de Madrid, en 2007, y que tan dañino le ha salido a Tomás Gómez, quien fuera el alcalde socialista que se empeñó en ese carísimo proyecto, que no ha sido capaz de cosechar más que fracaso, alto e injustificable costo y disgustos económicos de los trabajadores que, de vez en cuando, logran hacerlo funcionar con cierta regularidad.
Tomás Gómez, es otra de las pruebas vivientes de que para alcanzar un alto cargo en la dirección de los partidos políticos y en la actual forma de gobernar a este Estado, es suficiente con demostrar un alto grado de imbecilidad -algo que por lo visto es lo que quiere la peña, sin distinción-. Claro que ser imbecil no es algo que les vacune
contra la imbecilidad de otros, como estamos comprobando quienes hemos tenido la "desgracia" de nacer sin esa "necesaria" peculiaridad.
A Tomás Gómez le ha descarrilado su tranvía, propinándole un fuerte golpetazo en la cabeza con el mismísimo trole (pértiga, lo que se une al tendido eléctrico para su circulación): Ni siquiera su generosa porción de imbecilidad le ha servido de blindaje.
Y es lo que yo siempre me he puesto como premisa para mi comportamiento vital, y para mi nivel de comportamiento profesional: es cierto que yo soy todo eso, y que hay muchos que son "peores"; pero es seguro que habrá tantos como esos, que serán "mejores". Tomás; tu eres un gran imbécil pero te ha venido a ganar quien es mucho más que tu.
Y es que siempre se encontrará con algún imbécil que venga a tocar...
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