Toda la prensa escrita y audiovisual se ha hecho eco de la participación del recién llegado Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, en el carrusel de la "prensa rosa, o del corazón" donde triunfan personajes tan peculiares como una tal Belén (muestrario viviente de todas cuantas operaciones de estética se pueden llevar a cabo sobre el cuerpo humano, a la que se le ha entregado el nobiliario titulo de "Princesa del Pueblo").
Tal vez es que el recientemente estrenado secretario de los socialistas, como dice mi abuela, que por nada de este mundo se pierde el programa "Sálvame Delux," y es que está enamorada, a sus 85 años, de Jorge Javier (ella no se ha enterado de que Jorge era una de esas personas inquilinas de armarios, que por fin se decidieron a salir de "casa") piensa en emprender el mismo camino que la señora Belén, para lograr el mismo título, en masculino (Príncipe del Pueblo) que ella, y así poder formar intrépida pareja, para luchar por el voto perdido en las próximas elecciones municipales.
Como pasa con todo en esta vida -Porca Miseria- hay opiniones de todos los gustos, por la dichosa participación en el programa "rosita" de Jorge Jota, pero todas desde fuera del núcleo de los infinitos intereses de los desvalidos españoles, que es lo que alentaron a Pedro Sánchez, a ese "cameo radiofónico"; por otro lado servicio prestado de forma altruista e indiscriminadamente.
Entre esas opiniones -muy lejos de mi pensamiento- está la de quienes le acusan de ser un allegado, metrosexual, de cejas depiladas, pantalón de tubo, marcando "paquete" (lo que disloca los "bajos" de las compañeras sociatas) y camisa blanca remangada hasta el codo, con ansias de que su fotografía salga impresa hasta en los rollos del papel higiénico.
"No es serio que un alto representante de la política nacional, como él es, salga en programas de personajes extraños, y contenido tan frívolo e insustancial. Los políticos deben mostrarse con más seriedad". Ese es uno de los argumentos escuchados en las emisoras nacionales. Por lo que parece, el joven premier socialista, en opinión de una mayoría de comentaristas -serios- es que, con su charleta con Jorge Javier, ha cometido una falta contra el debido respeto a la Política.
Y, es cierto que la Política es una función imprescindible para el buen desarrollo de la Humanidad y, por ese motivo, que no es grano de anís, es digna del mayor de los respetos pero, para ello, seria necesario que quienes entran en sus entresijos; las ruedas motrices que mueven todo su mecanismo, fueran personas respetables, elegidas por sus conocimientos prácticos; por su capacidad intelectual, y no por la simpleza de militar en unos partidos que funcionan lejos de la ciencia, montando su movimiento interno, como una cuadra de la que salen individuos sin más capacidad de pensamiento que la que impone el Gran Hermano. Así, todos los partidos, más que partidos, parecen manadas de...
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