miércoles, 20 de agosto de 2014

ELEGIA POR LA GENERACIÓN PERDIDA.

¿Perdida? Aquella generación que mis camaradas Antonio Izquierdo (fallecido) y Juan Blanco (para mí, en paradero desconocido) creo que se confundieron en poner ese título a este libro, que publicaron en 1985, y que hoy se ha venido a mis manos. Y también se confundieron al suponer que aquella generación, huera y vacía, fue una desgraciada generación perdida que, como cualquier cosa intranscendente cundo se pierde, no deja rastro de su existencia.

Aquellas generaciones- porque fueron dos, hasta 1985, si tenemos en cuenta que cada generación se cifra en veinticinco años- fuimos los autores del resurgir de nuestra patria, con el sacrificio de los agujeros de nuestra correa. Esas dos generaciones fueron la base de la que se fue forjando una industria nacional sólida y pujante, reconocida en todo el mundo. Aquellas generaciones, a las ordenes de un verdadero Jefe de Estado, transformó a un país, hundido en la pobreza por la incapacidad de dos monarquías y por aquella demorevolucionaria farsa, en un país solvente y respetado. Venciendo el injusto "cerco" impuesto por los Estados Unidos de América, y por las democracias europeas, haciendo caso a la petición de la exilada izquierda española (la que salió huyendo con los calzones en la mano, ante el inexorable avance de las tropas nacionales).

El panorama que ofrecía España al término de la guerra, por el sistema rojo de calcinar las tierras que iban abandonando, era desolador. Los campos totalmente arrasados; el ganado vacuno, bovino, porcino y las aves de corral, prácticamente ausentes y, las zonas frutícolas y olivareras desaparecidas en casi su totalidad, al ser quemadas por los rojos.

Recordados y admirados camaradas Antonio y Juan; si esas generaciones se perdieron ¿Quienes fueron los que crearon todas aquellas empresa que se aglutinaban en el antiguo INI?. ¿Quienes fueron los que reconstruyeron ciudades y pueblos arruinados por los bombardeos? Quienes levantaron y pusieron en movimiento a las universidades? ¿Quienes hicieron las obras hidráulicas?

Aquellas generaciones, de las que yo, orgullosamente formé parte, son las generaciones que partimos de cero y en pelotas, pero esperanzados, porque allá, al final donde nuestra vista llegaba, vimos brillar de nuevo la Primavera.

Aquellas generaciones que se citan en este libro, nada tienen que ver con la juventud que nos muestra Don Arcadi Espada, una de las más importantes plumas del periodismo nacional: "El feísmo es recurrente en muchas adolescencias. Aunque no en todas, me parece. Esta de hoy, agujereada por los piercing, infamada de tatuajes y donde tantos cortes de pelo se confunden con la trepanación, es particularmente repulsiva".

A don Arcadio Espada que dice no importarle escribir como un carcamal, creo que le ha faltado valor para enmarcar su "foto" en Marihuana, opiáceos, "pastillas" y alcohol.

Estas dos generaciones  post franquistas (menos las muy honrosas excepciones) si que son perdidas; sin merecer Elegía.

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