El único gremio que continuamente ve crecer el número de sus agremiados es el de asesores políticos. En mis tiempos mozos, las mamás de las niñas bien de casa pobre, querían encontrar un ingeniero, para intentar casarlas con él. Ahora, estando la cosa como está, lo que quieren las mamás, es encontrar un asesor lo más guay posible, dándoles lo mismo que el asesor asesore a políticos nacionales, autonómicos o municipales.
Y es que las cosas cambian con gran rapidez, y drásticamente. En tiempos no muy lejanos los niños tenían como ídolos a los intrépidos actores de la gran pantalla o figuras del deporte, sin que en esa admiración influyeran los dineros que recibieran por sus trabajos. En tiempos intermedios, conociéndose las mareantes cifras que se pagan a ciertas estrellas del deporte, los niños españoles y sus padres, con miras de futuro, decidieron que sería bueno intentar llegar a ser como Fernando Alonso, como Rafael Nadal, como Cristiano Ronaldo o Messi.
Pero como los vuelcos económicos no paran de producirse, en esta actualidad que estamos padeciendo, a las niñas y niños recién nacidos, sus padres y el resto de familiares, cercanos y lejanos, lo que hacen con absoluta dedicación, para asegurase todos ellos un buen futuro, es inscribirlos en la lista de solicitudes de ingreso en un partido político, preferentemente de izquierdas, al tiempo que se le inicia en el camino para ser un buen asesor. Un buen asesor multiusos, después de pasar un par de años entre el hampa más canalla, capaz de asesorar a cualquiera de esos necios que con gran asiduidad llegan a altos puestos de la política nacional gracias a la extendidísima estupidez y a los genes corderiles del pueblo llano, puesta de manifiesto cada cuatro años.
Y es que las cosas cambian con gran rapidez, y drásticamente. En tiempos no muy lejanos los niños tenían como ídolos a los intrépidos actores de la gran pantalla o figuras del deporte, sin que en esa admiración influyeran los dineros que recibieran por sus trabajos. En tiempos intermedios, conociéndose las mareantes cifras que se pagan a ciertas estrellas del deporte, los niños españoles y sus padres, con miras de futuro, decidieron que sería bueno intentar llegar a ser como Fernando Alonso, como Rafael Nadal, como Cristiano Ronaldo o Messi.
Pero como los vuelcos económicos no paran de producirse, en esta actualidad que estamos padeciendo, a las niñas y niños recién nacidos, sus padres y el resto de familiares, cercanos y lejanos, lo que hacen con absoluta dedicación, para asegurase todos ellos un buen futuro, es inscribirlos en la lista de solicitudes de ingreso en un partido político, preferentemente de izquierdas, al tiempo que se le inicia en el camino para ser un buen asesor. Un buen asesor multiusos, después de pasar un par de años entre el hampa más canalla, capaz de asesorar a cualquiera de esos necios que con gran asiduidad llegan a altos puestos de la política nacional gracias a la extendidísima estupidez y a los genes corderiles del pueblo llano, puesta de manifiesto cada cuatro años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario