¿Qué se pide a un gobierno? Que gobierne; en un sistema como
el que tenemos, para eso se le ha votado, aunque la mayoría de los votos, por
necios, se deberían considerar nulos, porque el votante, aun viendo como cae su
papeleta en la transparente urna, no es capaz de entender el por qué y para qué
de la acción que acaba de realizar. Pero eso no tiene nada que ver con la
problemática que recientemente se ha abierto, con el tema de los desahucios, y
la ordenanza de la Comunidad Europea, respecto a la “legalidad” de los
contratos que las entidades crediticias, nos hacían firmar.
Desde el día 1 de enero de 1986, en que España firmó su
adhesión a la Comunidad Económica Europea, ninguno de los gobiernos habidos
hasta nuestros días ha sido capaza de observar tamaño fraude y corregirlo como
es su obligación, para eso cobran de nuestro dinero. Veintisiete años han
estado los bancos actuando ilegalmente, dejando con su mala praxis, en muchos
casos, ruina y desesperación. Y ha tenido que ser la Unión Europea quien, ante
el atropello que se estaba cometiendo, haya tomado cartas en el asunto, dejando
al señor Rajoy, a todo su gobierno y a la oposición, en el lugar que les
corresponde: sentados en la taza del váter, que es donde unos y otros sacan
mejor rendimiento a su esfuerzo. Y donde menos nos perjudican al resto.
No me lo puedo creer…
yo, español convencido de que España es la mejor de cuantas obras ha
realizado Dios desde que el Mundo es Mundo; diferente por ser la más bonita,
alegre y acogedora; que reivindico ser más independiente que Daoíz y Velarde
juntos; haya llegado a pensar -me arrancaría la cabezota- que, ante las
actuales circunstancias, sería bueno que nos adoptara la Comunidad Europea,
para rescatarnos de tanto inútil o, de tanto sinvergüenza. O de tanto
sinvergüenza inútil.
Ya lo hemos debatido en otros momentos, pero no me privo de volver a
hacerlo. Es necesario que la gente, dicho sea con respeto, vuelva a tener
conciencia de que los gobiernos se inventaron para corregir las irregularidades
que provoca la vida en sociedad, y no para crearlos más voluminosos; para
defender la razón del débil, y no para hacer causa común con el fuerte para
repartirse el botín. Los gobiernos se crearon como cauce por los que debería
pasar lo individual, para convertirse en
un fuerte colectivo capaz de alcanzar
lo que individualmente seria imposible. El gobierno fue inventado por
gente vocacional que le querían usar como herramienta de hacer el bien,
solidarizándose con aquellos que no podían valerse por sí mismos… pero, eso fue
cuando la gente llevaba el ombligo en la frente y la gente tenemos la
justificada sensación de que los gobiernos que nos llegan, lo hacen con la
insana intención de aprovechar al máximo el apoyo de su culo en el escaño, sea
cual sea, y ordeñarle hasta que en vez de leche (euros), salga sangre; nuestra
mismísima sangre. Y ¿Qué podemos hacer nosotros ante situación tan desesperada?
Nada; pues eso, que nos la sigan chupando los políticos y los banqueros.
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