Lo dejó escrito el escritor inglés George Orwell en su novela 1984, en el mes de abril de 1952, aproximadamente: “EL GRAN HERMANO TE VIGILA”. Y así es, de manera absoluta bajo este régimen que dicen de la libertad. En aquella novela se describe un mundo dividido en tres grandes zonas que, para distraer al paisanaje, van turnándose en aliados y enemigos, manteniendo siempre un clima de guerra o pre-guerra que de excusa al gobierno para mantener un estado de perpetua escasez y vigilancia estricta en previsión de espías y enemigos del sistema.
A ese punto, poco a poco, nos va llevando esta Democracia, gobernada, no por el gran hermano, si no por los siete enanitos del cuento de Blancanieves, a la que han dejado abandonada a su suerte y a merced de su madrastra, para dedicarse en cuerpo y alma a la vigilancia y pastoreo férreo de todo el personal a extramuros de la política oficial. ¡No se mueve un papel! Y ni siquiera un gesto facial que no esté programado en el código de lo políticamente correcto. Han creado un sistema chungo en el que los teóricos “señores”, ya que pagamos sus sueldos, por arte de birlibirloque, hemos pasado a ser sus lacayos sin derecho a librea. Y encima, para más “choteo”, perdón por la frase, nos han dado el encargo de que seamos sus carteras-billeteras, de donde, cuando les sale de sus… reales, sacan los euros que se les antoja, sin importarles el hecho frecuente de dejarnos con los cueros al sol y a las moscas. “Soy un gaucho desgraciao, no tengo donde ampararme, ni un palo donde rascarme, ni un árbol que me cobije; pero ni aun eso me aflige porque yo se manejarme.” (Martín Fierro).
Los españoles –porque son a los únicos que conozco medianamente bien- desde hace muchos años, pero en estos momentos es la leche, estamos viendo como cualquier gilipollas salido de cualesquiera de los partidos del marco institucional, y gentes de mayor altura, con una dedicación que merecería mejor trayectoria, y con una gran chulería, riámonos del “Felipe” de la Verbena de la Paloma, se llevan los euros, a la remanguillé, dejando desasistido aquello, muy necesario –Sanidad, Educación Inversiones industriales- para lo que deberían ser destinados.
Seguramente todos tenemos en la cabeza el conocimiento, pasado o presente, de algunas “chorizadas” de gran tamaño llevadas a cabo por alguna de esas lumbreras, que con el único bagaje intelectual de haber salido de las cuadras de cualquiera de los partidos, han llegado a los umbrales de donde se maneja nuestro peculio, entregado al Estado, para que el Estado lo invierta adecuadamente en beneficio de todos. Claro, así sería si la política estuviera en manos sabias y competentes y no en chiquilicuatres/as, que como las sirvientas antiguas, solamente valen para sisar, a lo grande; pero la sisa siempre será sisa, en el caso que nos ha tocado sufrir: robo descarado. Urdangarin; Blanco; Chaves; Guerrero; Laura Gómiz… ¿Otra vez? ¡Que aburrimiento! Todos los días un plátano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario