Roberto Saviano, escritor, es el italiano más perseguido por la mafia italiana, merced a un libro que se titula La Camorra (2006).
Roberto Saviano, a pesar de estar en la diana de la mafia, no se viene abajo, ni se pliega ante ese peligro cierto. Su compromiso cívico de denuncia le ha llevado a presentar y protagonizar junto a Fabio Facio, el programa “Vieni via con me” en la RAI3. Ahora, ha venido a Barcelona a presentar los nueve monólogos de que se compone la serie que tanto éxito ha alcanzado en todo el mundos (10.000.000 de ejemplares vendidos).
Pero lo que parece ser -es una información aun por comprobar- es que este valeroso personaje napolitano, para hacerse una mejor idea de como se comportan las distintas familias de la mafia, y atacarlas intelectualmente, se ha venido a España, atraído por algunos sucesos verdaderamente esclarecedores: la trama Urdangarin; la trama Gürtel; la trama Ibarra y las setenta jubiletas; la trama Berzosa y la desaparición de 11,5 millones de euros en la Universidad Complutense; la trama “Campeón” con José Blanco en primera fila; la trama golfa zafia y execrable de Andalucía; la trama a varias bandas y en distintas legislaturas en las Baleares; los blindajes supermillonarios de los gerentes de cajas y bancos; la trama de las cuentas de las CCAA recientemente perdidas por el PSOE; la trama de los muchos sueldos que algunos político cobran; la trama de los cargos meramente representativos con sueldos vitalicios; los sueldos que cobran los gestores de fundaciones que reciben subvenciones del Estado; de la trama del juez Garzón y algunos otros jueces y fiscales; y, un larguísimo etc. más, pisando siempre en el terreno de lo no comprobado pero si muy probable de ser cierto, este joven italiano que viaja muy protegido, que en Italia le protegen unos cuantos números de la policía, que ha cambiado de vivienda en más de treinta ocasiones, que gracias al hijo del Capo de los Casalesi no ha sido “despenado”; no podía creerse que los españoles pudiéramos vivir en semejantes condiciones de cohechos generalizados, de corrupción; de latrocinio y peligrosidad. Y, creo que ha llegado a decir que ese “nivel” en Italia, no se alcanzaba desde la época de los Corleone, Michele Navarra, Luciano Leggio, Leoluca Bagarella…
Si, señor Roberto Saviano; los españoles aun no nos hemos caído del guindo, y, ahí estamos sin enterarnos de que la cosa va contra nosotros; que cada euro que se nos saca del bolsillo, en vez de perderle el rastro, deberíamos exigir que sea gastado de la mejor manera posible, para que sea encaminado a la creación de riqueza que, a través de los lógicos cauces, industria y comercio, pueda ser debidamente “repartida” y no para que se enriquezcan una fauna de gañanes, tahúres, trileros, sacamuelas de mercadillo y chorizos a granel. España sufre –los españoles sufrimos- una superabundancia de cargo políticos -más de la mitad prescindibles- que con su incapacidad nos precipitaron en una crisis más profunda que los demás países europeos y, con su rapiña, nos están impidiendo salir de ella. ¿Hasta cuando? Como me gustaría que hubiera alguien que dijera ¡Yaaaaaaaaa!
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