HAY QUE BUSCAR SOLUCIONES.

El invierno ha venido muy frío y según parece las reservas de crudo que tiene el Gobierno, por falta de previsión del anterior Gobierno, -pero que se podría esperar de él-, esta por debajo de lo necesario, y, por si fuera poco, el momento conflictivo en el África petrolera, viene a crear dificultades añadidas.

Según datos oficiales en estos momentos hay reserva de petróleo para 99 días; 64 menos que EEUU; 13 menos que Portugal; 25 menos que Alemania; 17 menos que Italia y, hasta Corea con 99 días, se encuentra en mejor posición que nosotros. Estos datos son del mes de noviembre.

Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía, los niveles de almacenamiento se sitúan en los rangos más bajos de los últimos diez años, en lo que respecta a las compañías, responsables de dos tercios de las reservas.

El petróleo como máxima fuente energética, debe ser atacado con el profundo estudio de la situación de hoy, que es infinitamente mejor de lo que será mañana. Se impone encontrar otras fuentes de energía para la industria, si es que se desprecia la nuclear haciendo caso a la casposidad de los ecologistas –de los rijos, para entendernos-; hay que buscar soluciones para la automoción, sobre todo la profesional, no es posible que los transportistas por carretera, aún muy necesarios, tengan que aparcar sus camiones por ser mas caro el combustible que el cobro del servicio.

España esta dispensando concesiones a empresas para que en nuestras aguas marítimas y en el interior, se realicen prospecciones en busca de petróleo que, junto a los casi 8.000 barriles que se prevé extraer de los pozos ya existentes, Matanzos 5 y Lubina, suavicen el peso de la factura a pagar a los países productores. Pero no deja de ser una energía con fecha de caducidad. Si el futuro son las energías renovables, hay que ponerse seriamente a la faena, no para ganar dinero las Eléctricas con nosotros, vendiéndonos la energía solar y la eólica a precios altísimos que hacen subir las tarifas, haciéndonos caminar por la casa con velas, sino para exportar nuestra técnica que ya, al día de hoy, es muy apreciada y que si se sigue desarrollando, llegará a ser un excelente fuente de ingresos.

Para cubrirse del agua, alguien inventó el paraguas; después se inventaron los impermeables, pero, como no resultaron definitivos, se siguen fabricando paraguas. Pues eso es lo que se debe hacer con las fuentes energéticas: usar las del presente mientras desarrollamos las del futuro. Si esto no se prioriza por parte del Gobierno, volveremos al braseo de carbón de cisco y a la mesa camilla con faldas, y a las “cabrillas” en las piernas, mientras que en otros países más inteligentes, en el mismísimo enero, se pasean por sus casa en mangas de camisa, con un costo irrisorio.

Señor don Mariano Rajoy, demuéstreme que usted y sus ministros son más inteligentes que los que se fueron.