La noticia ha saltado a los medios a las ocho de la tarde: el expresidente de la comunidad valenciana, Francisco Camps y Ricardo Costa, exsecretario General de la Comunidad Valenciana, han sido absueltos de prevaricación impropia, por cinco de los nueve miembros que componían el jurado popular. En España han sido reinstaurados los jurados populares por el partido socialista, quizá en recuerdo de aquellos juicios de su populacho que, desde el 1936 a 1939, sombraron el pánico en la retaguardia roja.
Ahora el PSOE se quejará de que Francisco Camps y Ricardo Costa, siendo culpables, hayan sido absueltos por cinco personas comunes, que solamente conocen de la Justicia que empieza por jota. Los socialistas españoles con López Aguilar, José Antonio (gran nombre para poco hombre) Alonso y demás juristas “progres” que no se escandalicen; no tienen argumentos creíbles para quejarse; si es caso, seremos las personas que siempre hemos pensado que dejar la administración de la justicia a nueve legos, solamente se podría catalogar como la gilipollez de unos cuantos gilipollas.
Es posible que tanto Francisco Camps como Ricardo Costa, sean inocentes de haberse lucrado indebidamente, y que nunca hayan recibido unos trajes como regalo. Vale, pero de lo que no es inocente, y debería ser debidamente castigado, es de haber dejado en bancarota a toda la comunidad valenciana con sus aires de grandeza cateta. Estos individuos, especímenes de este sistema carente de responsabilidades, son los causantes de nuestro deterioro económico. ¡A la mierda con ellos! Con trajes o sin trajes; con los 100 gramos de caviar o sin los 100 gramos de caviar.
La Justicia profesional, bien dotada de medios y personal, no necesita, con todo el respeto por delante, de amas de casa, doctoras en medicina, arquitectas, de panaderos, carpinteros, oficiales de banca, joyeros, huertanos o parados en general, que vengan a aliviarles el trabajo. Claro que no. La justicia española lo que está necesitando, creo que ya ha empezado, es su despolitización, tantas veces pedida. Los jueces, por fin, según han declarado Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, serán los responsables directos de su organización. Se acabaron las medallas, con paga, para premiar a jueces por “cumplir con su obligación” o, con la obligación dictada desde el despacho del ministro de Interior.
Ahora, esperemos que se acabe con esa “chuminá” de los jurados populares, para que de esa manera los jueces profesionales sigan cumpliendo el mandato de impartir justicia que para eso se han preparado concienzudamente. La mayoría de ellos.
Si este gobierno sigue por esta vereda, es posible que empecemos a ver la luz, después de ocho años de tinieblas.
1 comentario:
De acuerdo con Camps, de acuerdo con la - nada presunta - culpabilidad de tanto chorizo, de acuerdo con la Justicia y sus necesidades.
Y a ver si es verdad lo que parece que ha empezado.
Y que Cultura y otros vayan pillándole el punto también.
Saludos
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