…Y, me doy cuenta de lo ignorante y necio que soy. Leo del periódico la sección de economía y no entiendo lo que dice. Espero, que ante mi perplejidad, alguien me pueda, o quiera, explicarme como es posible que el BCE –Banco Central Europeo- preste dinero a la banca al 1% de interés, para que esos bancos se lo presten al Estado español, en nuestro caso, al 3,74/3,91%. Y, me doy cuenta de lo ignorante y necio que soy porque ante esta noticia, solo se me ocurre preguntar ¿Por qué el BCE no les presta directamente los euros al 1% a los Estados? Y, en el colmo de mi insensatez me hago la siguiente reflexión: si la crisis económica está sacudiendo fuerte a casi todos los socios de la Unión Europea; si los gobiernos de esos países están endeudados hasta las cachas, con muy pocas esperanzas de recuperación por falta de liquidez, por que se les castiga con casi un 3% más de interés en los prestamos que necesitan. ¡Claro! Ahora comprendo; el Consejo General del BCE, está compuesto por los 17 bancos nacionales de la eurozona. No hay nada como la camaradería; primero los propios (los bancos), después los Estados.
El BCE es, según parece, una institución germánica. ¿Tendrá que ver con que a Alemania le presten dinero con interés 0,01% de interés a su favor? ¿El que el BCE, ahora, esté comprando bonos emitidos por cinco de sus diecisiete miembros, pudiera significar nueva forma, incruenta, sin campo de batalla, tanques y bombas, de invasión alemana? ¿Tendremos que aprender el “Paso de la oca”?
Obviando exageración, no muy lejos de lo probable, lo cierto es que mientras las reglas de la competencia no se igualen para todos, las posibilidades de los países del sur de Europa lo tenemos crudo, y más, con la clase de “ganao” que últimamente nos viene gobernando.
La creación del Mercado Común Europeo (por tercera vez, las otras dos fueron sendos fracasos, ya veremos esta), en 1958 como ente de defensa de la economía propia, ante la fuerza comercial e industrial de los Estados Unidos, fue una trampa de los países mas industrializados en la que han ido cayendo, hasta ahora, 27 países. Una vez dentro, dando “calor humano” a Alemania y los países del Benelux, los demás, han ido –hemos ido- perdiendo autonomía de tal manera que de ser soberanos hemos pasado a ser marionetas a las que les mueven los hilos a capricho, en estos momentos, desde la Alemania de Ángela Merkel, la dama de las bragas de acero ¡inoxidable!.
Los cursis de siempre dicen que no podemos salir porque fuera del Mercado Común hace mucho frío; claro, entrando en él, nos quitamos las prendas de abrigo y, ahora, si quisiéramos salir, tendríamos que hacerlo en pelota picada y no tenemos el cuerpo para exhibicionismos. Entonces ¿Qué es lo que nos queda? Hacerle la pelota a la Merkel.
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