Ardua labor para los votantes que en las próximas Elecciones Generales "cometan la maldad" de concederles con sus votos el derecho a ser investidos con el Poder para formar un Gobierno normal, de personas inteligentes que nos hagan olvidar, de manera especial, que haya existido un tal Pedro Sánchez, y su patibularia charanga de sospechosa ralea. Amén Jesús.
El paro; la desindustrialización; el solapado deseo diásporero de las provincias vascongadas, las catalanas y si, también han aflorado esa clase de gilipollas mal nacidos por el ano en las gallegas, en las aragonesas que se han apuntado al delicado y peligroso juego de trocear España; el incontenible alza de los precios que afectan a los productos de primera necesidad, especialmente los alimenticios y energéticos; la creciente desproporción de los sueldos que se están pagando a los trabajadores, respecto la carestía de todo cuanto necesitan quienes lo perciben, para alcanzar, al menos, lo más imprescindible, que a muchos cientos de miles ni siquiera les llega.
Pero no son únicamente estos problemas -han quedado otros muchos problemas en standby por escasez de espacio- tan acuciantes que con toda chulería se nos han venido cargando sobre la cerviz de los españoles, los que deberán ser resueltos. Claro que no. La problemática dañina de cojones que este Gobierno ha ido amasando a lo largo de esta legislatura de la desgraciada mano de "Moisés Sánchez", es de mucha mas gravedad, de aquella bajada de la varita su mano con el bíblico Moisés les "premió" a los egipcios.
Lo extraordinario de este esperpéntico Gobierno, es su habilidad para sublimizar la maldad. En el laboratorio monclovita han venido cultivando pequeños problemas de sencilla resolución, hasta conseguirles un tamaño monstruoso de muy difícil solución. Tan sin solución como son sus conciencias.
Por que no es solo la ruina económica en la que este Gobierno ha metido a España, que también a los españoles, no solo por la deuda general de los mas de 1,4 billones de euros, sino la ruina de tantas decenas de miles de negocios cerrados sin solución, después de que sus dueños, cargados de deudas de resistencia, que solamente han servido para alargar la agonía comercial o industrial sin que el el gobierno haya tenido ni siquiera un sentimiento de pesar.
La peor ruina, por ahí se debería empezar, porque esa no se arregla con dinero, es en la deshumanizada noria en que esta gentecilla ha montado a casi toda la sociedad española haciéndola creer que la Honradez; el Respeto a los demás; el Auto Respeto; la Ética; la Estética mostrándola tan jorobada; la Decencia, eran antiguallas que lastraban al progresismo.
Será necesario reeducar a una gran parte de esta sociedad que "semi gomorrizada" vive agarrando un móvil en la mano, por el que habla ininterrumpidamente, mientras en la otra mano sujeta el clásico botellón; que con promiscuidad utilizan el sexo de manera irracional como animales; una sociedad egoísta que asilando en "moritorios" a sus ancianos, les echan de sus propias casas; que se cisca en los derechos de quienes esperan ser nacidos aun en el vientre materno; una sociedad indecorosa que ha desterrado al mérito, dedicándose a la búsqueda del dinero sin que importe su origen, ni la manera utilizada para adquirirlo.
El próximo día 19 junio, en Andalucía, es posible que toda España note en el aire un aroma agradable y limpio, distinto al fétido olor corrupto que los españoles de todas las provincias de esta Nación llevamos muy olido durante estos últimos cuatro años. El resultado que se de en las elecciones andaluzas puede ser la primera piedra de la reconstrucción que tanto necesita España.
Si, si
Yo te quiero verde
Ay, ay, ay
Yo te quiero verde.
Eloy R. Mirayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario