GILIPOLLITOLOGÍA.

Pío Moa: "Pilar Bardem tan próspera ella como su familia en el Franquismo". (Correo de España, 19-7-2021) 

Y... ¿Quién durante el Franquismo puede decir honestamente que no prosperó?.

Quien use el estado en que quedó España, 

venida al suelo, después de los tres años de guerra, 

como motivo que reste importancia a la titánica labor de reconstrucción llevada a cabo por los distintos gobiernos  a las órdenes del Caudillo, solo puede ser por desinformación, incultura, gilipollez, o mala "follá" del jodido rojerío, desprovisto de capacidad de creación de nada que sea limpio o decente.

Es cierto que ciudades y pueblos hubieron de ser reconstruidos con ladrillo, yeso y hormigón por efecto de la artillería de ambos bandos. De las huellas del destrozo, hasta el mismísimo campo y los ríos de la nación necesitaron atención máxima; pero no sólo fue de esa agobiante desolación de la que se rescató a España -y a los españoles-, que también hubo de hacerse de la enquistada tremenda desolación jurídica, económica, ética y moral con la que la Monarquía borbónica fue capaz de convivir, y hasta se atrevió a involucrar al Ejército en la descomposición que ya apuntaba,  hasta que las "circunstancias" adquirieron tintes sombríos, lo que vino a mostrar el "valor" de Alfonso XIII. Buen ejemplo para capitanes de barcos, últimos en desembarcar, cuando su nave amenaza con ir a pique.

Este gobierno está tan metido en la mierda... No; en la mierda, no; que viene resultando un tanto basto; digamos en el lodo -¿a que queda más fino, elegante  y delicado, sin pecar ni una mica de cursi?- que para disimular sus aireadas "pelotillas", hasta ha echado mano, otra vez, de Franco y de "su España" (qué gentuza ¡Mamma Mía! no hacen otra cosa desde que murió, hace 54 años, que tocarle los cojones. Antes no) para tener al "personal y al gentío" distraído del cabronamiento mosaico en el que todas la personas de bien nos vemos obligados a vivir.

Los agentes gubernamentales con "licencia de Politología" han tomado al asalto todas las tertulias de radio y televisión, también los espacios de los diarios en papel y las puertas de los Water de tabernas, bares, cafeterías, restaurantes y "casas de citas", donde se explayan escribiendo barbaridades contra el dictador. 

-Politología ¡Mira que ciencia! -se me quejaba un desconocido con el que coincidí en la cola para ser vacunado contra la Covid-19-. Mi ciencia, la "Gilipollitología" que nadie me reconoce el doctorado, se asemeja a todas las ciencias. Se dedica al estudio de algo.

-Esa ciencia suya ¿qué, o a quien estudia?- pregunté muy interesado.

-Esa ciencia estudia el gilipollesco comportamiento de los políticos españoles del momento. Lo que me tiene ocupadísimo. Apenas si puedo descansar. En estos momentos estoy estudiando a Pedro Sánchez, a Pablo Iglesias -aunque ya no sea político en ejercicio-, Irene Montero y a Pablo Casado. 

-Y ¿qué?

-Jodido, tío; muy, pero muy jodido.

Eloy R. Mirayo.