NI PARA HACER PUÑETAS.

El cinismo; el embuste, la desvergüenza y la indignidad personal y de grupo son los ingredientes que dan forma física a la actual política nacional.

¿Qué es lo que pasa?  Pues que quienes se asoman a la política  sin animo de aprender esa receta y sin el menor deseo de, una vez conocida, practicarla, ni por capítulos ni al tiempo en su totalidad, lo tienen difícil, aunque ayer, como todo los madrileños pudimos constatarlo a través de las imágenes servidas por Telemadrid,

la candidata de VOX, Rocío Monasterio, en su intervención, lo hiciera parecer sencillo.

Escuchar el sonido y el contenido en la voz de Rocío deja claro que votar a VOX no es tirar el voto a la basura, sino que lo que ha de pensarse es que -y es así que lo es- el aporte de un poco de carburante para que no deje de funcionar el motor de la única opción en favor de la España Grande y Libre.

¡Qué diferencia! Y qué lección tan clara -y "constructiva para la gente de bien"- de lo que quieren hacer con Madrid, explicaron ayer el ex fraile desertor del Ara; el profesor especialista en escrachear y la candidata  de Más Madrid, la "pistolera" doctora Mónica García. 

 (una diputada de Más Madrid simula un gesto de un disparo 
mientras habla un diputado del PP) 

Eso es lo que dice el rótulo sobre la foto; gesto que muy bien podría llevar a pensar a más de una persona normal, con la experiencia de las "checas" y los "paseos" de los últimos años treinta del pasado siglo, que quizás le habría gustado llevar a término, si en su mano  hubiera habido una parabellum de 9 milímetros.

Dos horas muy esclarecedoras, deberían ser, para quienes aún tienen dudas.

El ex fraile, desertor del Ara -el primero respetando a la tercera edad ¿o quizás cuarta?-; lejos de la mínima sombra de dignidad, más que dar la figura de un candidato seguro de lo que declara porque expresa su propio proyecto para alcanzar la presidencia de la Comunidad de Madrid, parecía un muñeco movido por la mano de Sánchez, como Mari Carmen hacia con su "doña Rogelia", pero a lo soso; sin la gracia de aquella vieja.

En cuanto a la candidata de Más Madrid, la galena comunista Mónica García, triste y endeble copia de aquel indeseable y tétrico personaje, hasta para muchísimos comunistas españoles maltratados con su beneplácito en la UURR: "la Pasionaria". Poco se puede decir de ella que no sea su cinismo en el manejo de cifras, y su descarado "aprovechamiento" del excelentísimo, y muy sufrido, comportamiento de todos sus colegas -en todas las categorías, incluidos los distintos servicios-, del fallecimiento de tantas miles de personas víctimas del Covid-19, y del penar de sus familiares. 

Triste, esperemos que insuficiente bagaje para presidir un organismo tan importante, no sólo para sí mismo y sus habitantes, que también lo es para el resto de España, y el resto de españoles, como es Madrid.

Y por último el escrachista profesor, que con la misma máxima medida de cinismo, fue capaz de recitar las cifras de infectados y muertes en Madrid, callándose el que las peores cifras se registraron cuando el Mando Único, incluidas las residencias de ancianos, estaba en manos de Pedro Sánchez y en sus propias manos. ¡Hay que ser carnero para que estando en su responsabilidad, no fuera capaz de visitar ni un solar residencia de ancianos!

Fue incapaz, como incapaz ha sido durante toda su vivida vida -y así será la que le quede-, para crear algo positivo, fuera de su particular beneficio. Él, sin vergüenza, hace como el Cuco, pone sus "huevos" en nido ajeno para que otro se los incube. 

Poco vale la comunista, y poco vale el ex fraile pero, simplemente comparándoles a ellos tres, Iglesias, quedó que... Ni para hacer puñetas. 

Eloy R. Mirayo.