Madrid y los madrileños no somos las únicas víctimas de este gobierno impío, que también lo son el total de las provincias que componen nuestro hermoso mapa, e indiscriminadamente todos sus habitantes.
Unos, a pesar de su lejanía, directamente por el Nacional, que a todas partes llegan sus tentáculos, o por sus propios gobernantes autonómicos; todos ellos reses del mismo establo.
Son tantas y tan variadas las formas que tienen recogidas en su maléfico diccionario de atentar contra la persona disidente de sus sucios ideales, que no existe nada dentro o fuera de su anatomía física, psíquica, espiritual, material, moral o económica que no esté con herida abierta o cicatriz tierna de sus penúltimos ataques.
En sus pecadoras manos -más pecadoras que las de los pajilleros del desaparecido cine Carretas y los que en tiempos algo lejanos se dedicaban a tan delicado oficio en el cine Doré, ambos cines en el centro de Madrid- tienen las "armas con las que piensan hacerles pasar" a las empresas que funcionan en la enseñanza concertada, sin tener preparada la infraestructura humana y de medios necesaria para escolarizar a los colegiales de Educación infantil, Educación primaria, Educación secundaria obligatoria.
No sería malo el intento de que toda la enseñanza fuera pública, siendo buena, si no fuera porque lo que buscan Sánchez e Iglesias es el adoctrinamiento político -en este caso, escandalosamente rojo- por encima de la calidad, teniéndoles sin cuidado el nivel medio conseguido.
Pero no se queda en esos quehaceres que también, al tiempo, pretende transformar a la Justicia, en un artículo obediente y, como la maquinilla de afeitar, para uso personal, como azote de quienes osen contradecirle de cualquiera de las maneras que se le pudieran contradecir a semejante punto. Posiblemente que en caso de conseguirlo fuera el mismísimo Arnaldo Otegui, como "hombre de Paz", al frente de sus mutilak; esas "buenas piezas" que el ministre Marlaska les lleva de viaje como si fueran los ancianos del INSERSO.
Ahora andan enredados como chimpancé con una armónica, porque las cuentas se les dan mal, y bastante peor las letras, no les cuadran por estar -eso lo vería una persona normal- sumidas en un "agujero negro oscuro", y como locos están buscando, sin encontrar entre todos los miles de metros cuadricúbicos del edificio del ministerio de Hacienda una, aunque solo fuera una y pequeñita fuente, decente o puta, a la que masturbar cuanto fuera necesario para sacar algo que alivie y cubra, de cara a la Unión Europea y a sus prestamistas, la debacle económica que el señor Sánchez, con la tenacidad de una hormiga, ha ido montando durante estos últimos tres años en España.
Pero como eso sería un milagro, y ellos son ateos, están preparando su definitivo ataque a los raídos bolsillos de los españoles.
Digo que será el definitivo ataque, porque después de la salvajada en ciernes que con el cuchillo entre los dientes han preparado, y del desvergonzado asalto impositivo a dineros mejor ganados que los que ellos se embolsan mensualmente, la economía de los españoles; los ahorros conseguidos después de tributar; la tan "sudada" herencia paterna, convertida en inalcanzable por la señora Montero -una de las cuanto chicas de oro de Sánchez-,
será un añorado recuerdo, como lo es el pleno empleo; otras de las muchas cosas buenas que se perdieron con la muerte del Generalísimo Franco.
Eloy R. Mirayo.
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