NOS VIENEN A DAR LA RAZÓN.

El separatismo en España es un problema que la permisiva Democracia ha cuidado con todo su cariño, igual que el que con normalidad hace una madre, como Dios manada, cuidando con el mayor esmero al hijo que, engendrado con amor, ha llevado en su vientre durante nueve meses y se siente muy feliz dándole el pecho, teniéndole en sus brazos, y viendo con orgullo cómo un niño sano, va creciendo día a día; mes a mes; año a año.

"Todas las ideas caben en la Constitución Española (menos las decentes), siempre que se planteen con el debido respeto". Esa, más o menos, es la cancioncilla que los demócratas de toda la vida, indecentemente defienden para que sea permitida su presencia en la chunga "Hermandad" de lo políticamente correcto.

Que todas las ideas quepan en la Constitución Española es una mentira tan flagrante, como la que defiende la madre de una feísima hija, cuando a los cuatro vientos proclama su belleza. 

Esa es la mentira que la democrática hijoputez del país delincuencialmente ha acuñado, dándole carta de naturaleza, para no dejar hueco a la más que probable escandalización general que pudiera haber llegado a pedir explicaciones al contemplar lo que representaba su sospechosa convivencia y chalaneo con los despreciables separatistas. Es la mentira institucionalizada que con toda nitidez da como reflejo la reunión celebrada hoy por el delincuente Torra, vergüenza de Cataluña, y Pedro Sánchez, vergüenza de España entera, incluyendo Cataluña.

Para beneficio de esa clase de gentuza, se crearon las autonomías, premiando a las cabrónicas separatistas (nada que ver con la realidad de sus gentes) con especiales privilegios que, aunque parezca que a todos les ha tocado, a quienes les cayó el gordo en cuanto a los resultados electorales fue para aquellos para quienes se creó el tinglado; el hijoputa separatismo.

Contra toda esta podredumbre que nos ha traído este partitocrático régimen aún quedamos unos cuantos que seguimos en la lucha emprendida hace cuarenta y tantos años; desde la aparición del fácilmente "moldeable" Suárez. 

Falange Española, Fuerza Nueva, Juntas Españolas; refugios ideológicos desde donde resistir los ataques de toda la canalla política -derecha, izquierda y extrema izquierda- que, viendo su despreciable aspecto ético y moral en el espejo, tan lejos de nuestro gallardo, leal, limpio y patriótico reflejo, no ahorraron medios para borrarnos del mapa, como hicieron por ahogamiento económico y político con el diario El Alcázar.

Labor similar a la que en estos momentos sufre VOX. ¡Qué le vamos a hacer! A la mierda le jode la limpieza.

Los años me deberían haber inmunizado contra la posibilidad de que me atacase el mal de sorprenderme, pero no. Hoy en la prensa he leído que un grupo de personas, de bien, Rosa Díez, Fernando Savater, Carlos Urquijo, Jesús Cuadrado y María San Gil, han presenta la plataforma Unión 78. Y el diario en el que he visto la noticia lo presenta así: Un "Basta Ya" nacional convocará una gran manifestación en Madrid contra las cesiones del Gobierno al separatismo.

Haciendo un pequeño esfuerzo de memoria recordamos que doña Rosa Díez militaba en el PSOE de Felipe González que tan buen rollo mantuvo con el presidente Pujol, y a ella no se le escuchó protestar cuando el señor Guerra, vicepresidente, evitó al presidente de la Generalidad Catalanas males carcelarios.

La señora San Gil tampoco alzó la voz cuando el señor Aznar, don José María, negoció con el mismo político nacional -no sabemos cuál fue el coste- su apoyo para alcanzar su primera Presidencia del Gobierno. Lo de Fernando Savater... no sé qué decir. Lo suyo debe ser patológico; no ha sido presentada una sola plataforma contra lo que sea, que el señor Savater no ponga su firma y su físico. Ya lo veremos en breve por otro asunto.

Y si es de agradecer el que aún sin tener conciencia de ello, estas personas, aunque muy a destiempo, nos vienen a dar la razón, cuando por pedirlo nosotros, nos tildaron de exigentes retrógrados extremistas.

Eloy R. Mirayo.