martes, 5 de noviembre de 2019

LA COSA NO CAMBIA.

La cosa no cambia; los partidos clásicos, los liberales e incluso los cachorros estalinianos como siempre que se asoman por el ventanuco del receptor televisivo desde hace cuatro desagradables décadas, sueltan la indesgastada, a pesar de su abuso, promesa de hacernos a los ciudadanos y ciudadanas de este país un hijo cura -aunque la voz popular sanciona que más vale una hija puta, que diez hijos canónigos- si depositamos el voto a su favor en las urnas el próximo día 10 de noviembre. 

Haciendo un ejercicio nada complicado de suma, el resultado de estos cuarenta años pasados, siempre que hubieran cumplido las innumerables promesas, cada una y cada uno de nosotros, los damnificados ciudadanos de este país, podríamos vivir como pachás, presumiendo ante el mundo entero de tener a nuestro personal servicio una curia más numerosa, que la Curia Romana. 

La mía siempre iría vestida de color azul Mahón.

Hoy he dejado de tocar la guitarra por asistir al debate de los cinco nominados para cubrir la vacante en la Presidencia del Gobierno. Mi nivel científico solo me dio, y ahí quedó todo, para llegar a aprender a hacer los movimientos, me salen casi bien, de la lazada en el cordón de mis zapatos; pero hay cosas tan palmarias que, hasta para personas tan indocumentadas, resultan fáciles de entender. 

Después del debate de ayer, he comprendido que, dejando a Santiago Abascal fuera del grupo, no se le vaya a pegar algo malo, los otros cuatro están -uno Pablo Iglesias, como no, si es su máximo representante nacional- encantados, uno vivir de, los otros de convivir políticamente con la extrema izquierda. Extrema Izquierda que nunca ha estado muy alejada de las tesis "naturales" del terrorismo.

En España son de izquierdas ETA, GRAPO, FRAP, GAL. Como las cuatro bandas más representativos de la hijoputez terrorista que indiscriminadamente han usado el asesinato como vehículo para imponer sus deseos y opiniones. Se me dirá que GAL no es de izquierdas, opiniones gilipollescas las hay a montón pero, para quienes pongan en duda lo que aquí digo, aconsejo que se lo pregunten a los socialistas Barrionuevo y Vera (lo dejo en esos dos títeres del señor X) donde y por quién fue parido el GAL.

Pero es que a nivel mundial, no existe conflicto armado en el que no haya sido la extrema izquierda del país en cuestión la llave que abrió la puerta del terror, haciendo que artefactos explosivos siembren de muertos lugares tan concurridos por personas absolutamente inocentes como es un mercado de alimentación o una Mezquita.

Tanto el PP, como Cs, deberían tener en cuenta, estando tan cerca de la media y extrema izquierda; en especial de la extrema, del desenlace de la fábula del alacrán y la rana. El alacrán, Casado y Rivera, no puede cambiar sus genes.

Vuelvo al tema del debate porque, escuchando los comentarios de mala baba que algunos comentaristas han emitido contar el representante de VOX, he llegado a la conclusión de que mi opinión muy favorable,  por la aportación de Santiago Abascal ha sido muy positiva para el resultado de las próximas elecciones, no es exagerada.

La sobreactuación de Rivera; el discurso añejo de "el día de la marmota" del extremista Iglesias; la blandura de Casado, incapaz de responder adecuadamente al insulto de cobardía que usó repetidamente el lamentable señor Sánchez,

cuando él se zurró por las patas abajo al pedirle respuesta a si en el -doloroso- caso de necesitarlo para cumplir con su desmesurada ambición, pactaría con los separatistas y admitiría el empujón de BILDU.

La foto es un buen testigo.

Eloy R. Mirayo.



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