Después de casi cuarenta años transcurridos metidos de hoz y de coz en la duradera y podrida actual circunstancia, creo que es tiempo más que suficiente para que los pocos que aún vivimos, "víctimas de la Dictadura", estemos acostumbrados a convivir con el resto de habitantes de este país, como no hay otro remedio que acostumbrarse a vivir sufriendo la almorrana.
A todos nos gustaría presumir de un ano absolutamente perfecto, y a poder ser, respingón; pero ahí está la almorrana -así, o extirpar-.
También a todos nos gustaría un sistema político absolutamente perfecto para vivir cómodamente; sin sufrir ningún tipo de contratiempo pero, ahí está la Democaca -así, o extirpar-.
Ya, ya; para la almorrana hay cirujanos, pero para la Democaca...
Mi tío Eloy, que murió hace muchos años, le ocurrió que un buen día, al peinarse, comprobó que en el peine se quedaba un buen número se sus ensortijados cabellos; ante tan preocupante circunstancia, recurrió a un médico que aseguraba haber descubierto una pócima que volvía a hacer surgir cabellos en los lugares de la cabeza que habían dejado aclarado otros cabellos en su huída. Aquel médico, ni de tonto, ni de listo tenía un solo cabello. Mi tío Eloy, acabó tan calvo como el "descubridor" del crecepelo, y con su bolsillo flácido.
Así es como les ha ocurrido a los habitantes de este país, y a los que como yo, están aquí exiliados. La "cruel y corrupta Dictadura", de la mano de la Parca, se fue; y la solución que se buscó, ha resultado ser de la misma eficacia que el crece pelo del doctor "descapotado". Y así nos va yendo.
La solución, según dicen los entendidos viene por la inversión en I+D+I. Estoy seguro que es así -si no, no lo dirían- pero, según mi amigo Leopoldo (ya sabéis que a mí no se me ocurre nada), precisamente por el camino de la aplicación de la investigación en la Empresa, millones de seres humanos, trabajadores de la industria, del comercio y de los servicios, han terminado engordando las listas del paro; y no parece vislumbrarse el cambio de dirección, porque la solución va directamente contra los intereses (malos intereses) de quienes tienen en sus manos tan importantes herramientas. Investigan lo que quieren; Desarrollan lo que les interesa e Innovan lo que más les beneficia. Debajo de algunas boinas se encuentra mucha sabiduría, solían decir los viejos de mi tiempo.
Como no me gusta abrumar con ejemplos, para apoyarme, usaré a SEAT (Sociedad Española de Automoviles de Turismo).
(Este era mi primer coche ¡a estrenar!)
"S.E.A.T. pasó a ser una de las primeras empresas industriales de España por su cifra de negocio (23.168 millones de ptas. en 1969, por sus beneficios brutos (693,4 millones de ptas. en 1969) y por su número de empleados (más de 20.000)".
En 1969 tenía una plantilla de más de 20.000 trabajadores; en esta democaquita actualidad, con las herramientas más sofisticadas, gracias a I+D+I, SEAT mantiene una plantilla de 11.458.
Aquella Seat con un volumen de negocio (23.168 millones de pesetas) recibía un beneficio de más de 693 millones de pesetas.
Para que con los nuevos modos científicos la empresa SEAT saque un beneficio de 52 millones de euros fue necesario deshacerse de la nada despreciable cifra, en lo años 80, de más de 21.000 trabajadores, que mirando el número de desempleados que hay en este país se comprende que no fueron absorbidos en otros campos.
El final, si no se busca solución, es que, mientras todos estamos, obligados por el Gobierno, tocándonos los genitales y las genitalas, un grande y musculoso dedo, maravillos invento de I+D+I, se dedicará a poner en marcha, todo lo que sea "marchoso" en el país. ¿Los beneficios? siempre habrá un político cerca.
Eloy R. Mirayo.
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