Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Para la gran mayoría de la tropilla que compone el chantajista "cuarto poder", las palabras del ministro de Defensa, como respuesta a la pregunta de "si el Ejercito intervendría en caso de una hipotética declaración de independencia de Cataluña", recordando el mandato constitucional en cuanto a las Fuerzas Armadas, les parece una imprudencia, alegando la clásica gilipollez: "el sabe que todo, absolutamente todo, sirve ahora mismo para la confrontación política".
Y, como si ellos no hubieran lanzado la especie al ruedo, sacudiendo la sabana del fantasma del "golpismo" -¡uuuuuuuuuuuuuuh!- simulan un amariconado temor, por el momento, absolutamente falso de toda falsedad.
Hay que decir que, siempre que las circunstancias sean de normalidad política (no digo en Democracia, que sería una chorrada por mi parte, que no soy un "chorra", sino de buen gobierno), las Fuerzas Armadas están a las órdenes del Gobierno en función, aunque a mi y a una infinidad de españoles a veces, viendo lo que se esta viendo, nos cueste mucho entender su sacrificada obediencia.
Nadie en España ha sido tan respetuoso y disciplinado como lo está siendo las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de la Policía Nacional y Guardia Civil. Su estricto comportamiento lo avalan los tremendos atentados y la cantidad de víctimas que en ellos se cobró el terrorismo. Lo que debería movernos a todos los españoles ha mostrarles nuestro más profundo agradecimiento.
Es una ecuación científica perfectamente comprobable, solo hay que buscar en Google, si es que no apetece recurrir a la Hemeroteca Nacional, para comprobar que cualquiera de los levantamientos militares que se dieron en España siempre han coincidido con gobiernos inepto y corruptos que, con su malos modos estaban empobreciendo a los españoles, al tiempo que iban empujando a España a su total destrucción.
El momento actual, salvo el que los españoles aun "no le andamos a tiros los unos contra los otros por motivos políticos" ¿en qué se diferencia de lo que estaba ocurriendo en la España de los años treinta?. Quizás solamente en las nombres de las personas.
Soy admirador de la milicia, en los que incluyo a la Guardia Civil y, si me lo permite, al Cuerpo General de la Policía, desde que mi padre y mi madre nos llevaban a mis hermanos y a mi a ver el Desfile de la Victoria
al Paseo de la Castellana, aquí, en Madrid; y una de las cosas por las que me siento orgulloso es el haber servido a mi Patria, como operador de Radar, en el regimiento 71 de Artillería Antiaérea.
Por Eloy R. Mirayo.
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