miércoles, 29 de julio de 2015

NO SE TRATA DE SOLUCIONAR, SINO DE DESBANCAR.

Todos los partidos políticos que en la actualidad se reparten las "gachas", aquí en nuestra amada patria, funcionan de la misma estúpida, cuando no gilipollesca manera, tal vez porque piensan que las gentes decentes, al no ser políticos, somos seres tontilocos de cortos entendimientos y fáciles de acarrear por las sendas, más bien trochas o caminos de cabras, que ellos tramposamente marcan, como hacían los tahúres de los "Saloon" del lejano Oeste, las cartas, sin que tengamos interés por enterarnos de lo que pueda haber en la meta final, si el camino está "convenientemente decorado".

Es como esos malos productos que se venden como churros, porque el industrial que los fabrica se gasta la "tela marinera" en llamativas envolturas y en propaganda en todos los medios de información, incluyendo el papel higiénico, que sin ninguna duda es el más serio y veraz de todos ellos.

Debería ser, valga la redundancia, competencia del la Comisión Nacional de la Competencia, como es cuando esa Comisión impone sanciones a las distribuidoras de carburantes para automóviles.

Viendo el movimiento compulsivo habido en las "covachas", las más de las veces esperpéntico como en el caso del Ayuntamiento de Madrid (aunque ese caso sea otra cosa, algo que se asemeja a los espectáculos de marionetas o al de "sombras chinescas"), pensando con anterioridad en la celebración de las últimas chorradas, autonómicas y municipales, por -o al amparo de ellas-, en todos los partidos se ha desatado el deseo del cambio, haciendo desfilar, como en los desfiles de modas, lo más guay del "ropero": Susana Díaz y Pedro Sánchez en el PSOE; el "pijillo" Garzón en IU; los tres jóvenes mosqueteros del PP, Pablo Casado, Andrea Levy, Javier Maroto y el D`Artagnan, Javier García Albiol. Ahí me quedo porque enumerar a los "modelitos" de todos los partios, no creo que mi estomago me lo permitiera. Dejemos la ulcera tranquila.

Pero ¿los nuevos traen en sus mochilas soluciones reales para todos los problemas en los que nos han metido sus antecesores? ¡Y una picha de pingüino que está fresquita! No se trata de solucionar, sino de desbancar a los que están en los bancos del poder; un quítate para que me ponga yo... junto a la teta.

¡No sigas tía, que ese es un toro!

Por Eloy R. Mirayo.





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