Lo
primero que uno debe hacer es subsanar errores cometidos. Y, como uno -o sea,
el que suscribe- ha errado en el anterior articulo señalando 1.800 €,
cuando la cantidad debía ser 18.000 €. Una vez cumplida mi petición de ser
excusado, paso al asunto del día de hoy.
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El
debate repentino sobre la nómina del presidente del Gobierno no parte -como
debería- de una reflexión serena y profunda sobre el papel de la política, sino
del ruido generado por quienes ven en tan controvertido asunto un caladero de
votos. Al igual que una empresa puntera se arropa del mejor capital humano para
ser cada vez más rentable, el Estado debería contar con hombres y mujeres
suficientemente cualificados para asumir el reto de gobernar un país.
Esto
que leí el domingo en un diario, me ha
llamado mucho la atención, porque siempre he creído que las personas
inteligentes y bien preparadas, tenían la obligación de ser originales, sobre
todo cuando sus opiniones quedan al alcance de la sociedad -negro sobre blanco-
en las páginas de un diario -en este caso- en uno de los más importantes de
España.
Don
Juan T. Delgado, se zambulle en la corriente de opinión que se postula como salvadores
de la economía de la casta política española, y en el comienzo de su artículo
lo deja bien sentado. El Estado debería contar con hombres y mujeres
suficientemente cualificados para asumir el reto de gobernar un país.
Debería haber dejado claro que el país al que se refería es España, pues los
lectores tan cerrados como yo mismo podrían pensar que se esta refiriendo a la
República de Nauru, uno de los países más pequeños de la "Pacha
Mama".
Un
Estado avanzado necesita gestores más profesionalizados y menos políticos, (novedad) que defiendan el interés común por
encima del partidista (novedad), gobernantes de altura (novedad). Y
esto tiene un precio (la gran novedad).
Estúpido
por mi parte sería decir que ante semejante "aclaración" no se me ha
quedado la boca abierta hasta el desencaje mandibular. A nadie de este país se
le había pasado por la cabeza lo que don Juan T. nos explica a la concurrencia.
¡Que claridad de ideas! ¡Que mente tan
privilegiada! ¡Que... Chuminá, tío! !Que chuminá tan grande! ¿Le habrán pagado
por el artículo?
Lo
primerito que necesita España para ser de nuevo ¡España!, es que la gente que anda
dedicada de manera imbécil a la tarea de inocular opinión a la gente sencilla
de preparación, desde todos los medios de propagación, es que dejen de
contarnos cuentos que ya hemos oído muchas veces. Cierto que andamos faltos de
conocimientos culturales -dejamos los estudios a temprana edad- pero demostrado
está que a la inteligencia la despierta el hambre; muchos españoles hemos
pasado por esa universidad, algunos, hasta alcanzar el Cum Laude.
España
renunció a un Estado en buen funcionamiento, para traer "esto
guarrindongo" que por lo leído tampoco gusta a JT. Delgado -ni siquiera en
eso el articulista es original-. Los damnificados por el sistema democáquito
estamos al corriente de que la CIENCIA -así, con mayúsculas- esta alejada de la
tropilla que maneja el cotarro; tampoco nos gusta gente como la Pajín; el Pepe
Blanco; la Bibiana Aido; o la Mato; el José Fernández; el José Wert; pero es
que tampoco nos gustan gentes con "grosor de currículo" como De
Guindos; Montoro; Ángel Gabilondo; Pedro Solbes; Elena Salgado.
¡A
ver si nos enteramos! lo que quiere el español es algo tan sencillo como que,
el Estado Español se articule de una manera más decente de como está siendo;
con el numero SUFICIENTE de políticos, sin más; los enchufes para la red
eléctrica. En cuanto a la necesidad de "gestor con capacidad de trabajo
y sacrificio y experiencia almacenada -sería muy bien recibido- que
debería corresponderle una retribución acorde con la responsabilidad asumida".
De acuerdo, siempre que sea respetuoso con los sueldos de sus superiores, y con
los sueldos de los inferiores, y con la responsabilidad de hacer frente a las
consecuencias que genere su gestión, ante la Justicia, si así es
requerido.
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