sábado, 16 de agosto de 2014

LA LOMBRIZ DEL VERANO.

Querido camarada Rafael C. Estremera, y estimados camaradas y amigos que tenéis la paciencia de leerme: desde los extraordinarios acantilados de la exuberante costa de Navalcarnero, donde voluntariamente me he exiliado, para todo este mes de agosto, por bondadosa mano fraternal que ha puesto a mi alcance su Wi-Fi, alcanzo de nuevo la gran satisfacción de reencontrarme con vosotros (eso espero).

Por mi apagón "internetico" hasta hoy, no se si mi despedida veraniega, y mis buenos deseos para todos os ha llegado; si no fue posible, ahora, a medio camino vacacional, vuelvo a repetir esos buenos deseos: espero que estemos todos a la "vuelta".

Antiguamente, cuando los humanos llevaban el ombligo en la frente, al llegar el verano aparecía la noticia fabulosa que se dio en llamar "serpiente del verano". Pero, como los tiempos avanzan que es una barbaridad -que diría don Hilarión, en la "Verbena de la Paloma"-, este verano en vez de "aparecer" la clásica serpiente, lo que nos ha aparecido ha sido, la "Lombriz de Caño Sucio y su asquerosa ralea": Pujol y sus pujoloides:


Alguna de las más notables "virtudes" de esta Democaca, que desafortunadamente padecemos los españoles, son su superlativa desvergüenza; su chulería y desahogo; su falta de respeto a toda clase de principios y valores transcendentes. A su amparo, como las setas después de la lluvia, brotan infinidad de democáquitos golfos, de los bajos instintos que al grito de ¡Pueblo; nos sacrificamos por vosotros! se introducen en el fétido "sistema" sin otro Norte que el de llegar al "Cofre" e introducir en él sus rapaces manos, hasta conseguir enriquecerse de tan fraudulenta forma, sin el menor remordimiento. 

Ese es el ejemplo que nos muestran cada día gentuza como Jaime Matas; Jorge Pujol y familia; Ángel Ojeda; el ex tesorero del PP, Bárcenas; y otros muchos miles  de etc., que en cuanto arañas una mica con la uña sobre la superficie, afloran con "furia visigótica".

La nómina de políticos democáquitos corruptos darían para llenar varios libros de los que la policía (no se si así continua el sistema de reconocimiento) tiene recogidos fotográficamente a los delincuentes. Los políticos españoles -"desde la princesa altiva, hasta la que pesca en ruin barca"- no pasarían un test de decencia. 





Unos por delincuencia directa y otros, por cobertores alcahuetes interesados:

¿Los españoles? Más que asombrados ¡petrificados o convertidos en estatuillas de sal como Adit, la mujer de Lot, cuando Dios destruyó Sodoma y Gomorra!

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