UN PINTOR DE MIERDA, O UNA MIERDA DE PINTOR.

Ausín Saniz; un pintor de mierda, o una mierda de pintor. 

El Arte es una de las escasas cosas que el ser humano es capaz de crear, para su propia satisfacción y para satisfacción de los demás. Una buena obra de arte es capaz de introducirse en lo más sensible de quien la mira; de quien la escucha o de quien la lee. Quienes han tenido la suerte de haber podido visitar cualquiera de las grandes pinacotecas que existen en el mundo; de haber podido asistir a conciertos en cualquiera de los grandes teatros que existen en el mundo o han leído a grandes escritores, saben perfectamente lo que el Arte es capaz de beneficiar a quien hace buen uso de él: una buenísima pintura, una buena obra literaria o una maravillosa melodía (el Ave María de Schubert).

Esto que vemos abajo, no es arte, es simplemente la expresión maleducada de un mediocre, que con su grosera mediocridad, a falta de mejores prendas, intenta hacerse famoso y, por desgracia, habida cuenta el nivel intelectual reinante en el país, es muy posible que lo consiga.

No me agrada ni la democracia, ni los que, de forma filodictatorial, se valen del asqueroso sistema para satisfacer su ego y su bolsillo. Tampoco me atrae la monarquía, me parece un lujo improcedente para un país que su única riqueza es la labor de sus gentes; en estos momentos, por el egoísmo de los poderes reinantes, política-bancarios-industriales, empujados, va en caída libre a estrellarse en el fondo del abismo.

Cuando aquello de los GAL, yo rezaba todos los días a Santa Rita, patrona de los imposibles, para que la Justicia, por primera vez, fuera justa, y al verdadero muñidor de aquella banda asesina, la X que todos los españoles teníamos bien sabida cual es su cara, acabara con sus morritos y sus huesos en la trena. Ahora ando en las mismas. Pido, no a santa Rita que me ha decepcionado, sino a san Judas, que si las actividades de la "parejita", realizadas por otras personas son merecedora de cárcel, pues ¡Cárcel para la parejita!.

Claro que para que eso pudiera ser posible, lo primero que sería necesario es vaciar de contenido la judicatura nacional, y empezar por reinventarla pura, limpia e independiente.  Y eso, con tantísimos millones de euros flotando por los ambientes... Seguro que san Judas me defraudará como lo hizo su colega santa Rita.

Y, por terminar la lazada de este paquete diré que pintar una mierda sobre la cabeza de la Infanta doña Cristina y sobre la incipiente calva de Rajoy, es una guarrería digna de un pintor de mierda.