domingo, 15 de diciembre de 2013

SUJETOS POR LOS...

Si no les conociéramos de antiguo pensaríamos que el “tema de Cataluña” es simplemente una labor de entretenimiento, para que el personal se olvidara de lo mal que lo está pasando, y lo rematadamente mal que se presenta el futuro inmediato. Pero no; lo de nuestra querida Cataluña, lejos de ser una labor de entretenimiento, lo que es, es una cabronada que solamente se les podría ocurrir a unos jodidos cabrones de primera división. Pero no son solamente estos cabritos, los hacedores de semejante desafuero; por supuesto que no. Este asunto que ha adquirido en estos momentos tanta resonancia, pero para llegar a este ruido, fue necesaria la traición de todos cuantos desde el año 1975, 20 de noviembre, para llegar a mantenerse o para montarse en el “machito del poder” fueron entregando lo que solamente es propiedad del Estado Español, a través de unas “taifas” que como aquellas llevaron a la desintegración del califato de Córdoba, estas nuevas “taifas” amenazan del mismo modo la integridad de nuestra Patria. 

Aquella manada de pequeña gente; resbaladizas sanguijuelas, traídas (sabe Dios por qué sucias manos), de los fondos residuales de La Secretaría Nacional del Movimiento (en cualquier lugar se encuentra caca), aún con el pecho teñido de “azul mahón” creyeron en su ignorancia que a aquellos que se decían nacionalistas (el Honorable osito panda a la cabeza) se les podía comprar con abalorios como a los indios navajos y, para cuando quisieron darse cuenta, ya les tenían sujetos por los pelendengues; ese día se puso en marcha el chantaje nacionalista. Que es lo que le impide al Gobierno del señor Rajoy, tomar las medidas que la Constitución Española prevé para este caso. ¿Qué acuerdos secretos existen para no hacer que se cumplan las leyes?  Si España en estos tiempos ejerciera un Estado de Derecho y no de desecho, al señor Arturo Mas, por traicionar a lo que juró o prometió el día que accedió a la presidencia de la Generalidad de Cataluña, al menos, se le habría retirado del cargo, junto a todos los que componen el aparato gubernamental de aquella Autonomía. Pero nadie es capaz de tomar al causante por los cuernos, y poner las cosas en el lugar que corresponde: las autonomías son parte del entramado del Estado y no hay nada que puedan hacer que no esté permitido y respaldado por el Estado.

Esto que está ocurriendo en España, es la consecuencia de haber basado el funcionamiento de los sucesivos gobiernos de esta asquerosa Democracia, no en la conveniencia de Estado, que es lo que conviene a los españoles en general, sino en el interés personal de cuatro golfos desahogados, y en el interés de sus partidos. Ayer uno de esos imbéciles que pululan por los espacios de opinión que dan las distintas teles, le preguntó a Almudena Grandes si los españoles teníamos los políticos que nos merecíamos. No es la inteligencia lo que distingue a presentador de ese programa, y esa pregunta, si es que alguien albergaba alguna duda, deja bien claro su nivel intelectual. El cien por cien de los españoles a quienes no nos une ningún interés con la nueva aristocracia (la clase política), tenemos perfectamente clasificadas las cosas que nos merecemos, las cosas buenas y las malas. De las buenas, recibimos bastante menos de lo que nos merecemos y de las malas, estando por encima de nuestros merecimientos, no incluyen a los políticos, de la misma manera que no podríamos incluir la erupción de un volcán; las consecuencias de un tifón, o la destrucción de la Tierra, porque está fuera de nuestra responsabilidad.

Si yo voy tranquilamente paseando por la acera de la calle de Serrano de Madrid y, por pisar una mierda de perro resbalo y me rompo un hueso, no es que yo merezca que los perros hagan caca en la acera, de la misma manera que si los políticos nos roban descaradamente, no es porque nos los merezcamos, sino porque son como el rastro que dejó el perro que me hizo resbalar y…

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