viernes, 23 de agosto de 2013

CUEVA DE PIRATAS.

Según Luis María Anson, el cursi que escribe en el diario "El Mundo", la receta para la recuperación por parte de España -se lo dijo un amigo inglés-, del Peñón de Gibraltar, es hacerle a sus habitantes la vida lo más molesta y difícil que se pueda.

En estos años, después de la muerte del Generalísimo Franco, a pleno sonido vociferante -antes a susurros timoratos- las mentes lúcidas del rojerío nacional dijeron que la decisión de cerrar la verja que hace de frontera, fue una estupidez sin fundamento, además de ser una prueba más de la falta de inteligencia del "Dictador" y de los componentes de su gobierno, pues esa decisión jamás acarrearía buenos resultados (la ansiada devolución), ya que las consecuencias para Inglaterra y para los gibraltareños, en nada negativo les iba a afectar.

Llamar gilipollas a una persona (o sucedáneo), que es lo que uso para distinguir a dichos personajillos, es el peor de los insultos, ya que es un insulto absolutamente degradante, denigrante y vejatorio, al aludir a la falta de inteligencia del intercepto ("eh tú, gilipollas ¿es que no has visto el jarrón chino que has roto?). No es el caso de usar un ("¡eh tú, cabronazo, acaso no me has visto") o ("tío, eres un hijo de puta") que en muchas ocasiones, a diario, digo yo, solemos encontrar negro sobre blanco al abrir el periódico, o escuchar a través de los medios audiovisuales que, lejos de ser insultos, es simplemente la certificación de un hecho fehaciente; un certificado de autenticidad o una denominación de origen.

Pues gilipollas habrá que llamar a todos los que se han pasado todos estos años criticando el cierre porque, parece ser que el cierre de la verja, entonces (en aquellos no mejorados tiempos), unido al corte del suministro de agua española, líneas de luz y teléfono, más la instalación de industrias "molestas" y poco salubres en torno a Gibraltar, según Garel-Jones (el amiguete del Anson), habrían incomodado tanto a los habitantes del Peñón, como para que se hubieran ido con sus bártulos a otras latitudes. Y, siendo de ese modo ¿le seguiría interesando a Inglaterra (sin los beneficios de las drogas, del contrabando de armas y sin capacidad de seguir siendo un paraíso fiscal) continuar manteniendo una costosa base militar?

Las nuevas tecnologías han limado un poco las dificultades que el gobierno español podría proporcionar, pero seguirían siendo muy importantes para conseguir que desaparezca la última colonia que queda en Europa que, por estar en manos de la "Rubia Albion", es una auténtica cueva de piratas. Algo muy inglés.

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